Las semifinales perfectas, que midieron en Roland Garros a los cuatro mejores del ránking, no se tradujeron en la final perfecta. El número uno, el serbio Novak Djokovic, cayó ante el 4, el austríaco Dominic Thiem, que demostró su capacidad de elevar su nivel en arcilla y desafiará este domingo al español Rafael Nadal, segundo del ránking y once veces ganador en París.

El austríaco viene de hacerlo en las semifinales de Barcelona, donde le venció por cuarta vez sobre tierra batida y se convirtió en el segundo jugador que le gana más de tres veces en esa superficie, después de Djokovic.

Pero aquel era otro Nadal. El español comenzó en aquel torneo la recuperación que le ha llevado a presentarse en París en las mejores condiciones, con la victoria en Roma en medio.

Además, el clima se ha puesto del lado del español, que ha podido mantener su programa mientras ha visto cómo Thiem lo tenía que adaptar a la lluvia. Se suspendió su partido de cuartos el miércoles, lo que le obligó a jugar el jueves. El viernes comenzó su duelo contra Djokovic que no acabó hasta el sábado. Este domingo será su cuarto día consecutivo de competición, pero el austríaco restó importancia a la fatiga.

"Físicamente me encuentro bien. Estos dos días han sido duros, pero me encuentro bien. Tengo mucha adrenalina y mañana durará. No estoy cansado, podré descansar tras el torneo. Mañana lo voy a dar todo", señaló.

Nadal persigue su duodécimo título en París, una cifra que nadie ha acumulado en un mismo grande. El español nunca ha perdido una final en Roland Garros, donde solo ha cedido dos derrotas.

Será su cuarto duelo contra Thiem en su torneo favorito, en el que el austríaco no ha conseguido ganarle un set.