La selección española de piragüismo en la modalidad de esprint estrenó la temporada internacional logrando ayer la medalla de oro en K-2 200, donde el zamorano Marcos Abad y el balear Carlos Borrás obtuvieron el triunfo en la I Copa del Mundo de Esprint 2019, que finalizó en Poznan (Polonia) con la participación de 57 países.

Un toral de 11 embarcaciones tomaron parte en la competición disputada desde el pasado jueves en el campo de regatas Malta en Poznan, que también fue escenario de las pruebas de paracanoe.

Ayer, en la sesión de clausura el palista del Club Fluvial Villaralbo, Marcos Abad, y Borrás protagonizaron la única medalla española en la Copa del Mundo; la joven tripulación del K-2 ha logrado el oro con un planteamiento ambicioso.

El zamorano Marcos Abad, perteneciente al Club Fluvial Villaralbo, realizó la sorprendente declaración: "No recuerdo nada de la carrera, salí y lo intenté dar todo. Cuando llegué vi que habíamos ganado. Ha sido increíble".

Abad entrenó a tope durante las tres semanas previas a la Copa del Mundo en Trasona (Asturias) a las órdenes del técnico Miguel García, quien le ha unido al grupo de trabajo en el que se encuentran entre otros los campeones olímpicos Saúl Craviotto, Cristian Toro y Marcus Cooper Walz. Procedente del maratón, Marcos y su hermano Daniel Abad, se han especializado en velocidad en el Centro de Tecnificación de Castilla y León que dirige Alejandro Delgado Bruno.

El mallorquín Carlos Borrás, del Náutico de Palma, ha explicado que en cada regata que remaban en la Copa del Mundo se sentía "mejor", y añadió que la semifinal les ayudó a "acabar de acoplar" y ya en la final les fue "muy bien".

Borrás, campeón del mundo Universitario 2018 en K-4 junto a Enrique Adán, Pol Busquets y Pedro Vázquez, se entrena actualmente en Baleares tras incorporarse como técnico al Club Náutico de Palma el pasado mes de febrero después de varios años concentrado en Sevilla en el grupo de trabajo que dirige Fausto Moreno.

El director técnico de la Federación Española de Piragüismo, Ekaitz Saies, ha dicho: "Algo que caracteriza a nuestro equipo a día de hoy es que nuestros palistas tienen tanta calidad que incluso cuando no te lo esperas, ocurren cosas como las que hemos visto hoy. Se trata de una combinación joven y que apenas ha tenido tiempo de preparar esta prueba. Sin embargo, cada vez que competían les hemos ido viendo mejor y con más confianza. Y ya minutos antes de competir se les notaba con ambición y con el deseo de luchar por una medalla, y lo han conseguido".

Además, en las tres finales B con presencia española el K-2 1.000 de los gallegos Óscar Carrera y Rubén Millán ha sido quinto; el K-4 500 de Albert Martí, Juan Oriyés, el zamorano Daniel Abad y Enrique Adán sexto; y el K-4 500 de Elisa Zapata, Mirella Vázquez, Bárbara Pardo y Carolina García octavo.