Horas después de la victoria del MMT Seguros sobre Puerto Sagunto en el Ángel Nieto y de la entrada la fase de ascenso por parte pistacho, el extécnico del conjunto zamorano Eduardo García Valiente remarcaba en redes sociales el valor de dicho triunfo remarcando como el Balonmano Zamora ha conseguido "normalizar lo extraordinario". Y, al salmantino, no le sobra la razón a la hora de indicar que los "Guerreros de Viriato" se han acostumbrado a vivir en las alturas de la División de Honor Plata como si ello no fuera costoso y complicado.

Con el 34-29 cosechado ayer por el MMT Seguros, la primera plantilla del Balonmano Zamora alcanzó la fase de ascenso a la Liga Asobal por tercera vez en su historia. Un hecho destacable ya que el club solo ha militado en División de Honor Plata cuatro campañas que se convierte en sobresaliente al recordar que, el año sobrante, los "Guerreros de Viriato" lograron dar el salto a la élite de forma directa.

Diez años y apenas quince días después de sufrir lo indecible en Vigo para abandonar la categoría regional, la primera formación del club presidido por José Antonio Quintana vuelve a instalarse entre los mejores equipos del país. Lo hará tras firmar su campaña más complicada en División de Honor de Plata pero con el buen sabor de boca que produce alargar hasta las últimas fechas su temporada por sexta vez en dicha década.

"No vimos clara la victoria hasta que restaron tres segundos", afirmaba el extremo Jaime González al término del encuentro frente a Puerto Sagunto. Una frase que bien podría aplicarse a la clasificación para el "play-off" de su formación. Y es que, por primera vez, el MMT Seguros tuvo que pelear hasta el último día por entrar entre los seis primeros de la tabla.

La explicación para tal hecho, una vez acabada la liga regular, parece bastante fácil de encontrar y se apoya en dos razonamientos: el incremento de nivel de la categoría y el proceso de reconstrucción vivido en el plantel pistacho.

Del aumento de dificultad de la liga ya habló en su momento Leo Álvarez. El técnico leonés avisó en septiembre del paso adelante que habían dado muchos equipos y lo complejo que iba a resultar a los suyos trazar un camino firme hacia Asobal. No se equivocó pues, a falta de una jornada, hasta cinco equipos se jugaban una permanencia que estuvo cuatro puntos más cara que otros años; y, en la zona que importa a los zamoranos, hasta tres equipos llegaron al final con posibilidad de sacar billete para la fase de ascenso.

Pese a esa circunstancia, también cabe afirmar que al MMT Seguros le ha pesado mucho la reestructuración vivida en el último verano. La marcha de García Valiente y los numerosos cambios en la plantilla obligaban a volver a construir el grupo y su forma de juego. Un proceso que se alargó durante muchas jornadas, provocando un trayecto liguero anormal para los zamoranos. Así lo reconocía el propio Leo Álvarez en rueda de prensa tras superar a Puerto Sagunto al señalar que "esa irregularidad en determinados momentos, fuera de casa ha llevado al equipo a no disfrutar de las suerte que le hubiera gustado a lo largo de la liga".

Por fortuna, tras mucho trabajo y empeño, el MMT Seguros parece alcanzar el tramo decisivo de la temporada con las ideas ya mucho más claras. Habiendo conseguido cerrar una campaña casi impoluta como local y alcanzando junio con mejores sensaciones a las que se tenían en invierno. Aunque, en palabras de Leo Álvarez, "aún hay algunas cosas que ajustar para la fase de ascenso". "Pese a haber subido el nivel en la segunda vuelta, hemos dado un pequeño bajón debido a la ansiedad por entrar en la fase. Buscaremos trabajar en ello los próximos días para ir a Puerto Sagunto a apurar al máximo todas las posibilidades que tengamos y darlo todo hasta el último momento por intentar ascender", destacó el entrenador. Palabras que hablan del rasgo imperecedero y extraordinario del MMT Seguros que parece tan natural y le lleva al éxito: el esfuerzo incondicional.