El derbi de la Regional de Aficonados llega en un momento clave para el Villaralbo, en la penúltima jornada de la liga y con la posibilidad de abordar la segunda plaza y confiar en que los arrastres de Tercera División (es decir, que más de un equipo castellanoleonés consiga subir hasta 2ª B) puedan darle el pase a dicha categoría. Situación radicalmente opuesta a la del Benavente, que transita cómodo en mitad de la tabla (actualmente noveno) y ajeno de lo que ocurre a su alrededor desde que hace ya varias semanas consiguió los 40 puntos que le aseguran la permanencia una campaña más.

No obstante, pensar que la actual tomatera dará pie a una exhibición del Villaralbo es cuanto menos inocente. Los locales no olvidan el 2-0 que le endosaron los azulones en el choque de ida y, además, se juegan el orgullo y la posibilidad de ser el mejor equipo local de toda la división. Lo que se verá mañana en La Rosaleda a las 17.30 horas será una batalla, que nadie lo dude.

De una parte tenemos al Villaralbo. El equipo de Mario Prieto es de los dos contendientes el que con más urgencias llega. Haber sumado tan solo 6 de los últimos 24 puntos posibles han relegado a la formación azulona a la 4º plaza, a dos puntos del Peñaranda y el Ribert. A los villaralbinos solo les vale ganar para mantener el sueño del ascenso, un anhelo más que posible si Segoviana, Arandina o Zamora CF hacen sus deberes en el play-off de ascenso.

Por otro lado, el Benavente afronta el encuentro con una motivacón "extra", según ha expresado el técnico tomatero Santiago Redondo, "debido al rival y a lo que se juegan".

Igualmente, el técnico benaventano sostiene que la formación local aspira a finalizar la temporada en octava posición y ansía ser el mejor equipo en casa, objetivo que podría conseguir en caso de lograr una victoria. El benavente acudirá al encuentro con tan solo 16 hombres disponibles.