"Siempre hay cambios y hay que estar preparado para resolverlos", decía el pasado domingo Diego Simeone, entonces aún sin la certeza, hoy realidad, del adiós de Antoine Griezmann, que agranda el desafío para el nuevo curso del técnico, con una defensa por reconstruir, un ataque por rearmar y un bloque por fortalecer entre las salidas de hombres transcendentales. La marcha del internacional francés, previsiblemente rumbo al Barcelona en cuanto pague a partir del próximo 1 de julio la cláusula de rescisión de 125 millones de euros, es un golpe a la planificación que manejaba el Atlético para la nueva campaña, centrada hasta entonces en reestructurar una defensa dañada.

Ahí, en esa línea, tan clave en toda la era Simeone y tan definida cada año más allá de retoques puntuales (la salida de Joao Miranda, el crecimiento de Giménez o la llegada de laterales que nunca alcanzaron el rol de titulares habituales), inciden la mayor parte de las salidas que deberá reponer el equipo durante el verano.

Con la influencia a todo el sistema defensivo, sobre el que ha sustentado muchos de sus éxitos estos siete años y medio, el Atlético ya no tendrá a su líder original en la zaga, Diego Godín, ni a Juanfran Torres ni probablemente a Filipe Luis, los últimos tres jugadores que quedaban en el equipo del primer once del técnico el 7 de enero de 2012 en un 0-0 contra el Málaga en La Rosaleda. Entre los tres, como muestra de su relevancia indiscutible en todo este tiempo, suman 1.075 encuentros de rojiblanco (388 Godín, 333 Filipe y 354 Juanfran) y han protagonizado los siete títulos de este periodo, como es el caso de Godín y Juanfran.

También sale Lucas Hernández, comprado por el Bayern Múnich. El futbolista que indudablemente encabezaba el cambio generacional, tanto en el centro de la defensa como en el lateral izquierdo, desde su irrupción en el primer equipo. Era una pieza esencial para el futuro.

En suma, el Atlético pierde a cuatro de los siete defensas con los que comenzó el curso, incluyendo a Filipe Luis, a la espera de qué sucede con una renovación desestimada por ambas partes hace meses pero que ahora es una posibilidad. Si no sigue, sólo permanecerán José Giménez, Stefan Savic y Santiago Arias.

Aparte del sistema defensivo, tan relevante en su estilo de juego; la llegada del mexicano Héctor Herrera al centro del campo o las posibles salidas en otras líneas, con Rodrigo Hernández en el foco de otros clubes, como el Manchester City, Simeone también tiene ahora un desafío en el ataque, con la marcha de Antoine Griezmann.

¿Cómo se suple tanta incidencia en el juego ofensivo del equipo como la que tiene Griezmann? Es otro reto para Simeone, que, aparte del mercado, dispone en sus filas de Álvaro Morata, Diego Costa o Thomas Lemar, del que aguarda una temporada "fantástica" el técnico, que ya divisa un nuevo desafío, quizá el más exigente de todos