El Caja Rural certificó ayer su lugar como subcampeón de la presente Liga Gonalpi al imponerse por 3-0 a un Parquesol B que nada pudo hacer frente a las zamoranas en un partido poco vistoso y sin demasiada historia.

No realizó su mejor encuentro del conjunto zamorano ayer en su vuelta a la Ciudad Deportiva, escenario habitual de sus partidos en casa que llevaba casi dos meses sin pisar por unas cosas u otras. Tampoco lo necesitó pues, enfrente, tuvo un rival que se mostró como el clásico equipo filial. De carácter formativo, nada resultadista y dispuesto siempre a querer jugar pese a la falta de experiencia para ello.

No tuvieron problema las de Nacho Merino en tomar las riendas del partido desde los primeros compases, cercando la portería rival en busca de un gol con el que encarrilar la contienda. Un tanto que tardó en producirse más de lo esperado pues no fue hasta el minuto 27 cuando Bea pudo enviar el cuero a la red. Un gol que fue el único que logró anotar el Caja Rural a lo largo de unos primeros 45 minutos con múltiples ocasiones zamoranas y algún escarceo visitante intentando llegar al arco de Sara, ayer sin apenas trabajo.

Visto lo visto en el primer acto, el 1-0 era lo único que daba algo de vida al choque. Un marcador corto para los méritos locales que dejaba al Parquesol B con posibilidades de cara a un segundo tiempo en el que las locales terminaron con la esperanza pucelana de puntuar.

El Caja Rural retomó el control del cuero para continuar su monólogo a la caza del segundo gol. Lo hizo percutiendo, principalmente, por banda derecha zona de la que nació el saque de esquina que originó el 2-0. Una diana fruto del cabezazo en el área pequeña de Lara Pastor a servicio sin mácula de Blanca.

El testarazo pareció insuflar energía a las zamoranas ya que, a continuación, firmaron sus mejores minutos y gozaron de claras ocasiones para incrementar su renta. Sin embargo tanto Tere, en boca de gol, como Lucía Rodríguez, con un remate al larguero, erraron en su intento por dar la puntilla al Parquesol B. Una sentencia que sí alcanzó a rubricar María al finiquitar con un tiro al primer palo una buena contra del Caja Rural.