El italiano Davide Cimolai (Israel Cycling Academy) se llevó la XXXXIV edición de la Vuelta Ciclista a Castilla y León, que concluyó con el triunfo de Enrique Sanz (Euskadi Murias) en la tercera y última etapa, entre León y Villafranca del Bierzo.

Sanz, cuyo equipo había reclamado el triunfo en la primera etapa con final en Castrojeriz (Burgos) de Carlos Barbero (Movistar), finalmente sancionado por una maniobra irregular, logró los metros necesarios para entrar en solitario en la meta de la localidad berciana y sumar su cuarto triunfo de la temporada. Una victoria parcial que no impidió que Cimolai se hiciera con el título, tercero para un ciclista transalpino en esta ronda tras los de Andrea Perón (1996) y Leonardo Piepoli (1999).

El control se puso de manifiesto desde las primeras pedaladas, a pesar de los intentos de los más bulliciosos, entre ellos los aspirantes a la general, como el italiano Bennati (Movistar) para restar segundos en las bonificaciones de metas volantes al líder.

Superado el medio centenar de kilómetros lo intentó una primera primera escapada más numerosa, hasta que otra fuga posterior de seis corredores empezó a poner metros con Ángel Madrazo (Burgos), Sergio Rodríguez (Euskadi), Alexis Guerin (Delko), Francisco Campos (W52), Jokin Aranburu (Euskadi y Rafael Silva (Efapel). Pero el trabajo de Movistar Team acabó dando fruto a la captura a falta de 48 kilómetros para meta, después de imponer un fuerte ritmo en la subida a Foncebadón, de segunda categoría y Onamio de tercera.

Los más poderosos de la carrera empezaron a tomar posiciones de cara a la llegada y a intentar un último "hachazo" que pudiera ser definitivo pero Davide Cimolai cuidó bien sus espaldas y se hizo sin demasiados apuros con el título en la última etapa. Un desenlace que tuvo como mala noticia la fractura de clavícula sufrida por parte del italiano Daniele Bennati (Movistar Team) en una multitudinaria caída a la entrada en meta en Villafranca del Bierzo.