Tarde perfecta para el fútbol en el estadio Fernández García de Villaralbo. El buen tiempo acompañaba, el viento (invitado habitual) respetaba y las gradas presentaban un buen aspecto. Lástima que al Villaralbo se le olvidó lo más importante: las ganas. El Ciudad Rodrigo se impuso a la escuadra de Mario Prieto 0-2 y agrava la crisis de la escuadra de Mario Prieto, que acumula seis partidos sin ganar (y suma solo tres puntos a base de empates).

Si bien es cierto que el conjunto azulón llegaba al encuentro con bajas muy importantes, algunos juveniles completaron el 11 de Mario Prieto, no es menos cierto que el Villaralbo todavía se encuentra inmerso en la lucha por la segunda plaza (el mejor segundo de los dos grupos de regional asciende a Tercera División) y que el equipo que enfrentaba no es ni de lejos uno de los más poderosos de la categoría, como por otro lado bien acredita su posición en la tabla. Es decir, que a los jugadores azulones se les presuponía más intensidad y hambre que la presenciado en los primeros 45 minutos de partido.

Con todo y con esto el conjunto local se mostró apático, errático y falto de ideas. Lo visto sobre el verde se asemejaba más a un partido de voleibol -casi se podría jurar que el esférico no tocó el suelo hasta el minuto 35 de encuentro- que a un choque entre equipos de fútbol. Este estilo de juego, que haría las delicias de esos fetichista de "odio al fútbol moderno", tuvo su máximo exponente en Sergio (central y capitán del Villaralbo ayer), quien abusó en exceso del desplazamiento en largo.

Mientras y tanto el Ciudad Rodrigo esperaba tranquilo, defendiendo con 10 y dejando a su 9 de palomero, y si caía alguna pues, oye, menos da una piedra. La verdad es que los visitantes se encontraban cómodos e incluso se les vio conformes en todo momento con el empate a 0; no en vano su portero arañaba decenas de segundos en cada saque de puerta (la parroquia local protestó con razón; el colegiado sólo sumó un minuto de descuento a los primeros 45 minutos).

Lo dicho, el juego, por decir algo, brilló por su ausencia en la primera parte, pero esto es fútbol y el Ciudad Rodrigo se marchó ganando 0-1 al descanso gracias a un corner en el minuto 44. Sin restarle méritos a la escuadra visitante, que se presentó en tierras zamoranas con las cosas mucho más claras que sus contrincantes, hay que destacar que el gol se materializó más por la desidia local que por el buen tino de los atacantes visitantes.

En la segunda parte el Villaralbo salió con una marcha más, pero más allá de esta mejora de actitud no se apareció un juego local excesivamente vistoso o prolijo en ideas. El balón largo fue un recurso menos asiduo para ambos conjuntos, pero en ningún momento se dieron largas combinaciones de ninguno de los dos conjuntos.

La escuadra azulona tuvo su oportunidad para empatar en el minuto 22 con una doble ocasión, el primer disparo del 11 local lo despejó el guardameta salmantino y el segundo se marchó por el lateral izquierdo del arco rival.

Pasaban los minutos y el Villaralbo sentía la presión del tiempo, el equipo de Mario Prieto se volcaba. Esta coyuntura fue aprovechada por el conjunto visitante, que ejecutó una contra que fue abortada por Sergio con una falta al borde del área. Si bien es cierto que la falta estaba algo escorada, no lo estaba tanto como para que el portero local se aventurara a poner solo dos jugadores como barrera. El arquero villaralbino se esperaba el centro y lo que se le vino fue un golazo por la escuadra que, presuntamente, debía proteger la barrera. 0-2 y partido sentenciado.

El Villaralbo suma más de 6 partidos sin ganar, en los que sólo ha conseguido sumar tres puntos a base de empates, por lo que prácticamente se despide de cualquier opción de ascenso. Circunstancia que sólo podría darse si asegurara la segunda plaza y se erigiera como el mejor segundo de los dos grupos que conforman la Primera División Regional de Aficionados. Una tarea hercúlea.