El francés Julian Alaphilippe (Deceuninck Quick-Step) reeditó ayer su victoria en la clásica Flecha Valona, volviendo a dominar con temple y clase la subida final decisiva a un Muro de Huy en la que Alejandro Valverde (Movistar Team) no pudo estar con los mejores.

El veterano corredor murciano buscaba su sexta victoria en esta penúltima clásica primaveral, pero aunque llegó al kilómetro clave situado con los mejores, al final no pudo entrar tampoco en la terna de candidatos finales, que quedó reducida a Alaphilippe y el danés Fuglsang (Astana), que vivieron un espectacular mano a mano.

Como suele ser tradición, nadie logró llegar a la ascensión final con suficiente ventaja para romper el inquebrantable guión de esta prueba que dicta que el ganador es el más fuerte en apenas 500 metros de duros porcentajes. Y Alaphilippe, como en su momento hizo Valverde cuando ganó de 2014 a 2017, ahora conoce a la perfección como gestionar las fuerzas en ese corto y exigente tramo que pone fin a 200 kilómetros donde apenas pasan cosas. Antes, Enric Mas trabajó y protegió bien al francés, que antes de ganar el año pasado al murciano, ya había claudicado ante este en 2015 y 2016.

En el kilómetro final, el Sky intentó dominar por medio del polaco Kwiatkowski, pero fue Fuglsang el que no quiso esperar y atacó desde bastante distancia. Alaphilippe tiró de su experiencia y prefirió ir ganando terreno poco a poco hasta coger al danés y ganarle en el pulso decisivo.