En un final de partido para enmarcar el Innova Chef asalta O Burgo, una pista donde el KFC Culle no había perdido este año, y la victoria ante un rival directo en la clasificatoria, sin embargo este triunfo no le servirá al Virgen de la Concha para acceder a la segunda plaza toda vez que el Chantada no ha caído y que el conjunto aurinegro tiene perdido el average con los gallegos. En cualquier caso, aunque lograra el empate a victorias con Chantada o se produjera un cuádruple empate (Chantada, Innova, Gijón y Culle) el Virgen de la Concha ya no tiene opciones de pelear por el ascenso.

El duelo comenzó algo impreciso, especialmente Dillard, y con el local Bulashvili y el visitante Ukawuba monopolizando los puntos de sus equipos, 4-5 en el dos tras triple del zamorano. Pronto quedaron claras las apuestas de unos y otros, si no lo estaban ya antes, y así los coruñeses no se ruborizaban a la hora de cargar todo el juego ofensivo sobre el bahameño Woods y el georgiano Bulashvili, pero el buen trabajo defensivo zamorano y la aportación de Senghor mantenían el luminoso apretado, 10-9 superado el ecuador. En todo caso los de Carlos Bouza necesitaban algo más en ataque pues Ukawuba no lo podía hacer todo, pero nadie tomaba la responsabilidad más allá de un Dillard fallón y tras las primeras rotaciones los gallegos lo aprovecharon para agarrar una pequeña renta, 16-9 a falta de tres, que ya no se recuperaría. Al final del primer cuarto 23-16.

Durante los primeros minutos del segundo Ukawuba y Senghor volvieron a tirar del carro, pero eso seguía sin ser suficiente para recortar diferencias pues también había excesivas pérdidas, con un Bonhomme dubitativo. No fue hasta que apareció Carlos Nasarre recuperando las lumbares a base de encestes o el acierto de Morales en el lanzamiento de larga distancia, que el marcador se ajustó más, 31-29 a falta de cuatro. Pero los problemas no estaban resueltos y en el siguiente minuto el Culleredo se volvió a ir con un triple y un mate de un Bulashvili imparable por momentos. De ahí a la llegada del descanso el partido prosiguió igualado pero Dillard y Chandler tuvieron mayor protagonismo, especialmente el primero, y el grupo de Bouza mejoró. Al receso 38-35.

Tras mucho tiempo a remolque un triple tempranero de Dillard en el reinicio trajo consigo el empate en el electrónico. El partido se tensionó como nunca antes y la siguiente fase sería de mucho contacto en las pinturas, con Ukawuba también sobresaliente desde el triple, 42-43 en el minuto tres. Esta alternancia no le sentó nada bien al partido y entonces se volvieron a ver numerosas imprecisiones, algo que benefició de nuevo a un equipo coruñés que evidenciaba más que nunca la dependencia de Bulashvili, para lo bueno y para lo malo, 50-43 a falta de cuatro y máxima con el 54-44 a falta de dos. El Innova Chef había atravesado por su peor fase, especialmente en ataque con más de cinco minutos sin enceste alguno, pero así y todo salía vivo y alcanzaba el último cuarto con opciones de victoria, 54-45.

Eso sí, visto lo visto anteriormente no se podían cometer tantos errores y en parte así sucedería. El equipo zamorano mostró su mejor versión en una situación tan crítica, al borde de que se acabaran sus opciones de promoción de ascenso, y aunque los dos minutos no fueron nada halagüeños, 60-50, después entre Chandler y Dillard se echaron el equipo encima de 0-11 remontaron el marcador, 62-61 a falta de cuatro. De ahí a la conclusión la tensión fue máxima y a más de uno se le encogió el brazo, pero a Morales y los dos últimos mencionados no y el duelo acabaría decidiéndose desde los tiros libres.