Venció el Innova Chef 75-65 al Porriño en un partido en un partido absolutamente dominado por los de Carlos Bouza y en el que en ningún momento peligró la victoria local. El Innova se mantiene así en la lucha por obtener un puesto para disputar el play-off de ascenso a LEB Plata.

Los primeros instantes de partido ambos equipos utilizaron sus armas para intercambiar puntos. Mientras que el Virgen de la Concha buscaba insistentemente a Ali Senghor para que hiciese valer su superioridad física, el conjunto naranja realizaba ataques con muchos movimientos que le permitiesen encontrar un lanzador abierto. Y en esas circustancias se desarrolló el primer cuarto hasta los instantes finales, cuando varias pérdidas consecutivas del Innova Chef permitieron a los visitantes colocarse con tres puntos de ventaja al final de los diez primeros minutos (19-23).

En el segundo cuarto llegó Bouza y mandó parar. Lo visto en los segundos diez minutos de encuentro fue harina de otro costal. La segunda unidad -comandada por los pívots Morales y Robles- se encargaron de hacer valer su superioridad física (mucho más altos que sus homólogos gallegos), cerrar el rebote y dominar la pintura rival. En la canasta aurinegra Morales se hizo dueño y señor del rebote, impidiendo que por allí pudiera circular con facilidad cualquier jugador del Porriño. Mientras, en el aro rival, Robles colocaba la puntilla con juego y puntos.

Asimismo, el Virgen de la Concha presentó una defensa alta que aumentó la presión sobre Porriño, al que se el paso de los minutos comenzaba a pesarle demasiado. El cansancio lastró su producción desde la línea de tres y las pérdidas en salida de balón fueron duramente castigada por los jugadores de Bouza, que también se mostraron mucho más acertados en el triple. Todo hizo que se llegara al tiempo de descanso con un marcador de 40-31.

Tras el tiempo de asueto, el conjunto gallego consiguió dotar de mayor intensidad su defensa que le sirvió para recortar distancias. el técnico local contestó de forma inmediata pidiendo un tiempo muerto que le sirvió al Innova Chef para devolver el partido a sus cauces naturales. Ukawuba fue el hombre elegido para llevar a cabo la tarea, cosa que hizo de la manera más espectacular posible: con un mate a una mano tras un eslalon. El Innova Chef ya se encontraba desplegando su "showtime".

A pesar de ello, y así debe ser mencionado, el Porriño no se arrugó ni se borró en ningún momento del partido y tiro de orgullo y garra manteniéndose a una distancia que le impediría al Virgen de la Concha relajarse. No obstante, un Dillard especialmente inspirado castigó con varias transiciones al conjunto gallego y aumentó la distancia hasta los 14 puntos a un minuto del final del tercer cuarto (58-44).

Los gallegos iban a pelear hasta el final y lo demostraron poniéndose a tan solo 9 puntos a falta de siete minutos para el final tras encadenar una serie de buenos ataques y cortocircuitar a un Innova Chef que comenzó algo errático los últimos diez minutos. El peligro duró poco, y de nuevo el paso de los minutos decantó la balanza del lado local, mucho más sólido en el aspecto físico que su rival. Los últimos minutos del encuentro se volvieron en una especie de correcalles en el que ambos equipos intercambiaron canastas y acumularon errores en forma de pérdidas, no obstante en ningún momento peligró la victoria local.