Una de las actividades físicas más enriquecedoras que existen son los denominados Deportes. No solo porque su práctica está abierta a todos tipo de edades y constituye un entretenimiento saludable en sí misma, también porque se encuentra vinculada al folclore de la zona en la que se disfruta. La historia, la tradición y las costumbres forman parte de aquellos juegos como la rana, la calva o el billar romano; un hilo conductor de las raíces deportivas geográficas que necesita de nuevos transmisores para no perderse en el tiempo.

Así lo ha entendido la Delegación de Deportes Autóctonos de Zamora que envió como representación a las recientes jornadas técnico-tácticas de monitores 2019 que se celebraron en León a varios de sus miembros más jóvenes. Mirella Vázquez, Carlos Franco y Ángel Pérez acudieron para formarse como monitores en una apuesta de futuro por parte de la delegación presidida por Ismael Franco, que acompañó junto a este grupo junto a Charlo Legido, secretaria del mismo ente y encargada de las Escuelas Regionales en la Federación de Deportes Autóctonos de Castilla y León.

El grupo de zamoranos aprovechó a la perfección esta actividad para consolidar su formación dentro del mundo de los deportes autóctonos, atesorando las enseñanzas que ofrecían tanto la parte teórica como práctica de la jornada en tierras leonesas.

La parte teórica de esta cita se desarrolló en el estadio Reino de León, donde recibieron nociones acerca de la estructura y la organización de la Federación, la función de monitor como animador, primeros auxilios y metodología de entrenamiento. Temas en los que también se incluyeron la formación y el reglamento de los diversos deportes regionales.

Mirella Vázquez, Carlos Franco y Ángel Pérez tuvieron la opción de poner en práctica todas estas enseñanzas a continuación en la bolera "5 de octubre" donde tuvieron ocasión de practicar tanto el billar romano como la calva, la rana, la tanga, la tarusa y el local bolo leonés. Una actividad a la que precedió el el correspondiente examen teórico con el que poder obtener su título de monitor y convertirse así en transmisores del valor de los juegos autóctonos.