El Atlético de Madrid compite mañana por la Liga contra el Barcelona en el Camp Nou, un escenario en el que aún no ha ganado nunca durante la era Diego Simeone. Once partidos, con diez alineaciones diferentes, 38 jugadores distintos y con la conquista de una Liga, pero sin vencer aún ningún encuentro allí. Un triunfo que ahora se antoja necesario para que los "colchoneros" puedan pelear por el campeonato doméstico.

Si bien cada partido es un mundo, hay factores que se han repetido a lo largo de los últimos años en cada fracaso atlético en feudo blaugrana. La siempre decisiva figura de Messi, la falta de acierto en jugadas de estrategia o la apuesta por un sistema defensivo se entremezclan con otros motivos más puntuales como el penalti fallado por Gameiro hace dos temporadas. Sin embargo, la tendencia se ha mantenido inalterable.

Lionel Messi es, sin duda, la principal causa de la maldición rojiblanca en el Camp Nou. Por ejemplo, la pasada campaña, en su último precedente allí (1-0), la diferencia fue él, con un golazo de falta directa. Un tanto lejos de ser aislado, ya que el argentino ha firmado seis goles y dos asistencias desde 2012-13 en los duelos frente al Atlético en feudo blaugrana.

Al igual que Messi, también Luis Suárez ha sido decisivo en la falta de victorias para los de Simeone. El delantero uruguayo ha visto puerta cinco veces en sus últimos siete enfrentamientos contra los rojiblancos en el Camp Nou. Dos victorias y un empate del Barcelona se sustentaron en sus goles.

El mordiente de la ofensiva catalana también ha sido determinante para otro factor clave, las remontadas blaugranas. El Atlético nunca marcó más de una diana en el Camp Nou en los últimos once encuentros y, cuando golpeó primero, nunca le fue suficiente como para ganar. En tres ocasiones anotar le sirvió para empatar y, en otras tres, para perder. La más memorable, el 16 de diciembre de 2012, cuando Radamel Falcao anotó el 0-1 y luego perdió 4-1.

El hecho de no haber aprovechado esas ventajas habla también de la falta de determinación del Atlético en Barcelona. Incapaz de rehacerse ante los inconvenientes o de reafirmar su mejor momento llegada la hora de la verdad en el Camp Nou.

El equipo de Valverde parece tenerle tomada la medida al Atlético en los últimos años. Una constante que también tiene mucho que ver con el fútbol que practican unos y otros sobre el verde. En especial, cuando se trata de la salida de balón del Atlético de Madrid, uno de sus principales obstáculos a la hora de buscar la meta rival. Pocas veces logró superar al Barcelona en ese aspecto pero, cuando lo hizo como en 2016, puso en aprietos a su rival.

Otro rasgo del estilo de Simeone que no beneficia a los "colchoneros" es el marcado carácter defensivo en sus visitas al Camp Nou. Cuando más cerca ha estado el Atlético de ganar en este estadio fue cuando más ambicioso se mostró sobre el campo. Principalmente porque, además, sus principales estrellas no han visto puerta allí en los últimos años. Diego Costa y Griezmann siguen sin anotar y para que lo consigan, su equipo debe pensar más en la meta rival que en la propia.

De hecho, el ímpetu defensivo del Atlético de Madrid ha jugado en contra de sus intereses en varias ocasiones. En los últimos once envites en el Camp Nou, la escuadra de Simeone ha sufrido cinco expulsiones. Alguna determinante, como la de Torres en 2016 en el partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones. Además, en cuanto a solidez defensiva, los rojiblancos no cuentan con un gran balance en el estadio donde se jugarán la liga mañana pues solo consiguió acabar con su portería a cero en una ocasión y acumula 16 goles en contra en 11 duelos.

Otro de los números que dan forma en la maldición rojiblanca en el Camp Nou es el escaso rendimiento que el Atlético ha obtenido de sus jugadas a balón parado, buque insignia en la era Simeone. Un único gol lograron los madrileños de esta suerte a lo largo de los encuentros en feudo del Barcelona con Simeone al cargo. Otra de las poderosas razones por las que la mala racha del argentino se ha alargado en este escenario.