Gastón Mouriño, invitado ayer en "El VAR de LOZ", señaló durante su visita a LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA que está "encantado" de tener una vez más la ocasión de vestir la camiseta del MMT Seguros y que, ahora, su principal deseo deportivo es "jugar la final de la fase de ascenso en el Quijote Arena". Un reto para el que trabaja duro tras regresar a Zamora.

El pivote no dudó en afirmar que se sintió "muy bien" el pasado sábado en su vuelta como jugador pistacho al Ángel Nieto. "Desde el momento que se selló mi vuelta la afición me demostró su cariño y, cuando ves que saltas a la pista y la gente se pone en pie para aplaudir a alguien como yo, que no soy nadie, es algo único", explicó, reconociendo estar "muy agradecido". Un regreso "complicado", ya que el partido ante Zarautz fue difícil como ya esperaban los zamoranos "tras ver los vídeos" del conjunto vasco, que capituló 28-27 en feudo del MMT Seguros.

Respecto a ese primer partido en casa, y a su reestreno en la pista de BM Nava, Mouriño confesó que aún está adaptandose al juego de su viejo equipo. "Me falta recuperar la conexión con Octavio y moverme a tiempo, ni antes ni después", comentó para después reconocer que espera tarde poco en este proceso ya que "la filosofía del equipo no ha cambiado". Eso sí, tendrá que hacerse con el "nuevo sistema defensivo" que ha impueto un Leo Álvarez que, bajo su punto de vista, "ha añadido su toque" a la puesta en escena pistacho. "Hay diferencia entre Edu y Leo porque, obviamente, son dos personas distintas y cada entrenador es un mundo. Hay matices de Edu en la propuesta de Leo pero hay muchos detalles diferentes", indicó el argentino, que ve en el apartado defensivo la mayor diferencia entre ambos.

Para Mouriño, el equipo está ahora mismo "jugando mucho hacia fuera" y eso le beneficia porque "Zamora siempre tuvo grandes extremos como lo son Sebas, Jaime o Ramiro". Un estilo definido con el que el MMT Seguros aspira a lograr una fase que es también el primer objetivo del pivote que abandonó Valladolid con la intención de "volver a disfrutar del balonmano" como lo está haciendo ahora y contar con los minutos necesarios para seguir recibiendo la llamada de su selección ya que, para él, "vestir la camiseta de Argentina es algo increíble".

El bonaerense declaró ayer que, por fortuna, su regreso se hizo rápido y que "aunque hubiera habido otra opción sobre la mesa, habría elegido Zamora" porque en el MMT Seguros existe estuvo "muy contento" los dos años anteriores. "Estes es un club familiar, un equipo muy unido. Tomé la decisión de marchar porque creía que era dar un paso adelante en mi carrera. La idea es siempre avanzar lo máximo que se pueda", destacó, poniendo su siguiente reto en "clasificar al equipo para la fase de ascenso". Un logro para el que, bajo su punto de vista, "queda bastante trabajo por delante".