El MMT Seguros se mantuvo invicto una semana más en el Ángel Nieto aunque, ayer, ante Amenabar Zaraut, sufrió de lo lindo. Triunfo justo, demasiado, por 28-27, en un partido que los zamoranos tuvieron que trabajar sin descanso para resolver a su favor en los últimos segundos.

No habían pasado dos minutos de juego cuando Raúl Maide abría el marcador en favor de un MMT Seguros que apostó por una sobria línea de seis hombres para frenar a Amenabar Zarautz. Una zaga que quedó coja a las primeras de cambio, pues Abalós veía la primera exclusión del partido en el minuto 3. Aun así, el primer tanto de Mouriño en su vuelta a casa y otro de Ramiro permitían a los pistacho salir airosos del primer apuro (3-2, m. 5).

No duraron mucho todos los hombres en pista. Al minuto de recuperar a los zamoranos al jugador excluido, era Raúl Maide quien forzaba los dos minutos visitantes con 4-3 en el luminoso. La superioridad apenas benefició al MMT Seguros que se estrellaba ante la solidez rival. Así, la contienda prosiguió su curso con los de Leo Álvarez un gol por encima o igualados en el marcador. Y es que, aunque Adrián u Octavio vieran puerta, a Amenabar Zaraut tampoco le costaba anotar (7-6, m. 11).

Con este guion sobre la pista, ambos equipos comenzaban a dar entrada a sus hombres de refresco. En caso de los zamoranos, Luis Posado, Petter y Mouriño entraban en escena pero Amenabar Zaratuz seguía encontrando un filón cerca de las esquinas y atrás se mostraba casi inaccesible. Una solidez que permitía a los visitantes firmar un parcial de 0-3 para ponerse por delante (8-10, m . 16).

Raúl, con un gran gol, ponía fin a la sequía local pero para entonces el MMT Seguros ya iba a remolque y seguía sin gozar de mucha puntería. El equipo estaba en problemas pero, entonces, Leo Álvarez hizo modificiaciones sobre su esquema y la apuesta permitió a los suyos salir del apuro. Con tres laterales más Octavio, la ofensiva zamorana encontró la vía hacia el gol para firmar un parcial de 0-3 en el que también tuvo mucho que decir Luis Posado. Una reacción que forzó el tiempo muerto visitante (12-11, m. 22).

El desenlace de la primera mitad fue apasionante. Con ambos equipos luchando a brazo partido por dominar un tanteo que registró varias alternancias y que empezó a inclinarse a favor de los visitantes con la segunda exclusión de Abalós forzada por Iraeta. Un inconveniente del que no salió perjudicado el MMT Seguros que llegó a los últimos segundos del primer acto con empate a 16 goles en el electrónico. Resultado que no se movió pese y por el tiempo muerto solicitado por Leo Álvarez (justo antes de anotar Octavio).

Con Amenabar Zarautz salvando la primera acción de Guille y anotando se abrió la segunda mitad. Un tiempo con un inicio opuesto al de guion establecido. Tras el 17-17, ambos equipos se atascaron durante varios minutos hasta que los vascos acabaron con el carrusel de fallos en el minuto 38. Un tanto con el que las aguas volvieron a su cauce anterior.

El MMT Seguros defendía con éxito y Barrientos (de nuevo en pista tras el paso por vestuarios) empezaba a entonarse. Sin embargo, en ataque únicamente Guille veía puerta. Al menos hasta que la fortuna se alió con Octavio para hacer el 18-18. Un hecho preocupante pues Amenabar anotaba con facilidad, incluso cuando Abalós obtuvo una exclusión visitante que podía dar un giro al duelo.

Superado el cuarto de hora llegó el primer parcial destacable del segundo tramo. Un 2-0 al que respondió Amenabar Zarautz rápidamente, aunque Octavio con un gran lanzamiento de cadera volvía a poner a los suyos por delante a falta de diez minutos para el final del choque (24-23). Un momento clave, como bien identificó el técnico visitante al para el duelo.

Del asueto regresó con fuerza Amenabar Zaraut que, con un tanto algo afortunado, ponía un empate que no podía romper Adrián Prieto como extremo. Barrientos evitaba entonces que los vascos tomaran ventaja y Octavio hacía el 25-24. Los minutos pasaban y el MMT Seguros no conseguía despegarse de un rival que entraba con todas las opciones de puntuar al tramo final. Unos cinco minutos finales a los que se entró tras un tiempo muerto de Leo Álvarez y 25-25 como tanteo.

Un balón al larguero de Jaime y un siete metros anotado por parte visitante obligaban a remontar a falta de cuatro minutos. Entonces, llegó la reacción. Octavio se jugó el físico para permitir que Ramiro, infalible desde los siete metros ayer, hiciera el empate. Un gol al que siguió otro de Cubillas al contragolpe que hacía soñar a la grada (27-26, m. 57). Aunque aún hubo que sufrir.

Amilibar, notable ayer, devolvía la igualda y obligaba a remar hasta el final, dejando de nuevo Petter el duelo 28-27 a poco más de un minuto para el bocinazo final. Sesenta segundos apasionantes en los que la defensa pistacho retuvo con éxito a Amenabar Zarautz. Una recuperación clave a la que siguió una defensa al hombre por parte visitante y el consecuente tiempo muerto para organizar la última jugada. Un último ataque en el que, con cierta locura, el balón acabó llegando a Cubillas. Su tiro se fue lejos, tanto que acabó el tiempo y los dos puntos quedaron en manos del MMT Seguros.