El equipo zamorano volvía a la competición en esta segunda fase, después del parón de carnaval, con ganas de empezar a coger ritmo y con las pilas puestas después de tanta inactividad. Jugadores recuperados esperaban un nuevo partido para ver su trabajo.

El primer cuarto fue un espejismo, un equipo zamorano agarrotado hizo que el rival se creciera y acabara el parcial uno arriba. El segundo cuarto fue un ciclón zamorano en ataque, canastas rápidas y fuerte intensidad defensiva decantaban el partido a su favor. Un juego potente interior y una gran presión con buenas rotaciones y físico decantaron el partido.

Después del descanso el equipo zamorano jugó mejor, con grandes sensaciones tanto en ataque y defensa para distanciarse en el marcador. Intensidad, defensa, rebote y ganas de competir fueron la clave de un equipo que quería volver a jugar para trasmitir buena imagen.