Zinedine Zidane es el hombre del día en lo que al plano futbolístico se refiere. El Real Madrid ha anunciado este lunes su regreso al banquillo blanco, menos de un año después de su salida. El francés vuelve con el objetivo de recuperar la capacidad del equipo para competir por ganar títulos tras una temporada para olvidar en el Santiago Bernabéu.

Ahora, el entrenador galo es un técnico contrastado, con tres Copas de Europa en su palmarés y con un prestigio que le ha permitido escoger entre el regreso al Real Madrid y otros proyectos en los grandes clubes europeos.

Sin embargo, en el 2014, el Zidane entrenador era todavía una incógnita. Fue en el verano de ese año cuando el entonces técnico del Castilla visitó el Ruta de la Plata con una plantilla en la que figuraban jugadores como Gonzalo Melero, ahora en el Huesca, Raúl de Tomás, delantero del Rayo Vallecano, o Álvaro Medrán, centrocampista del Alavés.

Lógicamente, su visita generó un enorme revuelo en la ciudad. Zidane fue un futbolista de talla mundial, uno de los mejores de su generación y, aunque era difícil prever su fulgurante ascenso como técnico, Zamora se volcó para recibirle como ahora lo hace el madridismo. Regresa la esperanza al futuro blanco.