Por el Ángel Nieto pasó ayer el tren del liderato de LEB Plata. Un convoy, conducido por el HLA Alicante (que suma 14 victorias seguidas), que el Aquimisa Queso Zamorano no pudo asaltar a pesar de llegar al partido ataviado con su pañuelo de forajido y dispuesto a darlo todo por afianzar su candidatura a LEB Oro. Los de Saulo Hernández perdieron toda oportunidad de alzarse con la victoria (63-73 fue el resultado final) tras un primer cuarto igualado. Los jugadores azulones, que no tuvieron su día en ataque, limitaron su juego ofensivo al lanzamiento de tres, donde no encontraron para competir el primer puesto de esta fase de ascenso; los alicantinos, imbatibles en el rebote ofensivo y defensivo, se mantuvieron por delante desde el segundo cuarto y llegaron a acumular ventajas de más de 20 puntos en diferentes momentos del encuentro.

El primer cuarto del partido se desarrolló en términos de igualdad. Durante estos primeros diez minutos primó el juego seguro y los ataques apurando el reloj de posesión. Ambos conjuntos se plantaron en el encuentro decisivo por la primera plaza con la más que evidente intención de no regalar balones y hacerse fuertes en su juego. El Aquimisa logró un parcial de 5-0 durante el primer minuto de partido que tan solo sería un espejismo de lo que ocurriría posteriormente. Los visitantes igualaron el marcador liderados por su base Pitts. Saulo quiso imponer su pizarra siendo el primero en mover el banquillo, pero el desacierto de los pivots locales bajo canasta, especialmente el apartado reboteador, impidió a los azulones soñar con algo más.

Salieron los dos equipos en el siguiente cuarto con la intención de cambiar la tendencia de ritmo bajo que se había visto hasta entonces. La jugada le salió cara al Alicante y cruz al CB Zamora. El incremento en la intensidad favoreció los contrataques visitantes y opacó el ataque local. Mientras que los alicantinos facturaban en cada una de sus transiciones, a los azulones les costaba Dios y ayuda conectar con su juego interior. El juego zamorano en la pintura desapareció y la única alternativa que encontraron los de Saulo Hernández para no comerse el tiempo fue el tiro de tres. El Aquimisa ejecutó hasta 29 intentos de triples, con tan poca fortuna de cobrar tan solo 9 (un 31% de acierto). En cambio, el Alicante desplegó un juego mucho más rico de ataque que les permitió cerrar la primera mitad con siete puntos de ventaja (18-25).

El descanso no le sirvió al Aquimisa para revertir la tendencia del segundo cuarto. El jugador del Alicante Devin Schmidt, con 16 puntos al finalizar el encuentro, encontró un filón en sus continuas penetraciones y su lanzamiento exterior. Las ganas mostradas por el Aquimisa en esta segunda parte tornaron rápidamente en ansiedad, precipitando ataques demasiado rápidos y tiros en situaciones desfavorables. Todo ello, sumado al rebote que dominó en todo momento el equipo visitante (42 frente a 33 a favor de los alicantinos) hizo que la distancia aumentara paulatinamente hasta alcanzar los 21 puntos en un momento del último cuarto (49-71).

Contrariamente a lo esperado, fue a partir de entonces que el Aquimisa, en un arrebato de pasión y orgullo, mostró su mejor cara y consiguió sumar un parcial de 14-0, poniéndose a tan solo 7 puntos del HLA Alicante a un minuto y medio del final. Sin embargo, un triple del conjunto visitante en la siguiente jugada desbarató toda esperanza a los locales de poder obtener una victoria y colocarse como líder en esta fase de ascenso.