Venía el MMT Seguros con el orgullo dolido de su derrota por diez goles en Palma del Río. Jugadores y entrenador habían aludido a lo largo de la semana de la necesidad de recuperar la intensidad de la que adolecieron en el municipio Cordobés y con esa idea saltaron al parqué del Ángel Nieto, de tal manera que el resultado esta vez se invirtió y fueron los jugadores del Balonmano Zamora los que derrotaron al CH Bordils por diez goles de diferencia 34-24. Un carnaval de goles que sirve para cerrar heridas y, todavía más importante, para colarse en puestos de play-off tras finalizar la jornada sextos y toda vez que el Barcelona B, que marcha tercero en la clasificación, no puede jugar la fase de ascenso por su condición de filial.

Curiosamente, no pudo comenzar peor el partido para el MMT Seguros. Los tres primeros ataques del Bordils se saldaron con tres tantos para el equipo catalán y ninguno para los chicos de Leo Álvarez, quien había incidido en la previa la necesidad de salir a morder (con intensidad y chispa según sus palabras) después de la dura derrota sufrida contra el Palma del Río por un total de diez goles de diferencia.

El potente inicio del equipo catalán presagiaba lo peor, los chicos de Leo Álvarez transitaban con dificultad en los potentes contrataques del Bordils y todo parecía indicar que los fantasmas de la jornada pasada volvían para martirizar a los pistachos. El primer gol del MMT llegó casi a los cuatro minutos de partido, sin embargo el Bordils se mantenía certero con su juego exterior, característica que ya había destacado el entrenador del Balonmano Zamora durante la previa del partido. Asimismo, el conjunto visitante sacó mucho partido de sus apoyos constantes a su pivote, Oriol Márquez.

El público se mostró contrariado con la actitud que mostraba el MMT Seguros durante estos primeros compases del partido. La idea del Bordils era clara: correr y seguir corriendo (la baja estatura de su plantilla es propicia para ello) y la escuadra de Leo Álvarez parecía no solo no conseguir frenar la tendencia, sino que se apuntó a echarle un pulso haber quién aguantaba más.

La conexión de Octavio con el extremo Ramiro, que a la postre sería el jugador más destacado del encuentro con seis tantos, fue de lo poco potable mostrado por los locales en los primeros diez minutos de juego, donde el marcador se situaba 5-7.

Este minuto sería el punto de inflexión que cambiaría el partido, que hasta el momento se encontraba en el terreno al que al equipo catalán le gusta desenvolverse. El técnico del MMT decidió cambiar a defensa de 6-0, movimiento que fue imitado por el entrenador del Bordils. El cambio de defensa, con cuatro hombres altos por dentro, rompió la tendencia de contragolpes y el juego se volvió más duro y de contacto, es decir se volvió mejor para el MMT. Asimismo, el escaso fondo de armario del Bordils -con tan solo 4 jugadores de campo en el banquillo- fue también clave en el cansancio, y por ende desempeño, de los balonmanistas gerundenses.

En el minuto 15 las escuadras llegaron empatadas a ocho tantos cada uno y desde entonces el MMT, con una defensa intratable y un excelso Ramiro, dominó todo lo que pasó sobre el parqué. De tal manera que el Bordils no pudo pasar de los tres tantos en los último quince minutos de la primera parte del partido. El nuevo sistema defensivo del entrenador pistacho, con cuatro hombres grandes en el pico del área, desgastó al pivote visitante y los extremos tuvieron más dificultades para encontrar posiciones desmarcadas para batir a Barrientos, que se mostró sólido y seguro durante todo el encuentro con varias paradas de mérito.

El mejor ejemplo del cambio de tendencia que se vio en el minuto 10 con el cambio de defensa lo encarna la exclusión en el minuto 22 del jugador local Marc: el MMT obtuvo un parcial de dos goles a uno durante el tiempo que se mantuvo en inferioridad. La absoluta superioridad defensiva y física del Balonmano Zamora volvió contra el Bordils su mejor arma: la velocidad. Los continuos ataques visitantes frustrados y el desgaste provocado por el cansancio permitió al MMT encontrar numerosas situaciones de contrataque que sentenciaron al Bordils ya al final de la primera parte: 17-11.

Tras el descanso, los jugadores catalanes, comandados por Josep Reixach con seis goles en todo el partido, tiraron de orgullo y consiguieron acortar las distancias hasta los tres goles, mas este miniremontada se quedó solo en un intento. Los zamoranos, con una rotación mucho más extensa, se sintieron en todo momento cómodos sobre el campo e impusieron su dominio durante todo el transcurso de la segunda mitad.

Los últimos quince minutos de encuentro sirvieron para el deleite del público más allá que para la competición pura y dura. Goles desde largas distancias, dejadas y muchísimos contrataques ante un Bordils derrengado hicieron que el MMT ampliara su ventaja hasta los diez puntos finales que cerraron el marcador en 34-24. La victoria devuelve las buenas sensaciones a un MMT que ya espera, de nuevo en casa, al Balonmano Ciudad Real.