Aquimisa Queso Zamorano pagó ayer la novatada en su primer partido de la liguilla por el ascenso a LEB Oro al caer derrotado en el Ángel Nieto por 61-76 ante un Real Murcia cuya mayor experiencia se dejó notar desde el primer minuto de juego en un partido que acabó decidiendo el gran desequilibrio de fuerzas que hubo en pista durante los diez minutos iniciales del choque.

Lo señaló Saulo Hernández al final del partido y no se equivocó. Su equipo saltó a disputar un partido de play-off como lo ha hecho en las últimas jornadas de la Conferencia Oeste y, con eso, no basta. Especialmente cuando enfrente están los mejores conjuntos de la categoría, con jugadores más altos, más atinados y más veteranos. Principalmente, porque equipos como el Real Murcia salen desde el primer minuto a no hacer concesiones y, si no estás a tu mejor nivel desde el inicio, reaccionar después, se hace muy complicado.

Cabe decir que el cuadro zamorano lo intentó todo. Se vio sorprendido en el primer parcial pero después se entonó para, una vez superado el descanso, imponer su juego a toda una escuadra murciana hecha para ascender. Sin embargo, los esfuerzos no bastaron y González (por el que ha salido Ibatayo de Murcia hacia Zamora) a base de triples consumó la derrota.

Marcel Robinson abría con un gran triple el marcador pero el Real Murcia no tardó en responder desde el perímetro para firmar un parcial de 0-5 que contrarrestó Meikle con un nuevo triple. Sin embargo, Aquimisa Queso Zamorano no podía seguir el ritmo anotador de los visitantes en la pintura. La mayor envergadura y altura de los pívots rivales se imponía en ambas canastas (7-11, m.4).

Iza, en mate tras acción individual, redondeaba un parcial de 0-4 que permitía a los de Saulo Hernández no perder de vista a su rival en el luminoso pero Mehinti, imparable en el poste bajo, y Curtis, eficaz desde el exterior, forzaban el primer tiempo muerto zamorano con 11-18 como tanteo a tres y medio del final del primer período. Un cuarto inicial qué acabó con el Aquimisa Queso Zamorano abajo en el marcador pues, pese a la entrada de Libroia o Nnandy, el Real Murcia y encontraba siempre la forma de anotar e impedir buenos tiros locales. De hecho, a excepción de un triple de Sango Niang, hasta el descanso el parcial fue de 0-10 en favor de los murcianos (14-28).

El Real Murcia había logrado doblar en puntos al Aquimisa Queso Zamorano durante los diez primeros minutos cosechando una renta de 14 puntos que se antojaba difícil de remontar si los de Saulo Hernández no encontraban la fórmula de parar el juego interior rival y superar a las "torres" murcianas en zona contraria. Una situación que, a buen seguro, también se dejaba notar en la moral de un equipo al que le faltaba esa chispa de intensidad para hacer frente a la estelar escuadra murciana.

La herramienta utilizada hasta ese momento, el triple, fue de la primera que hizo gala el cuadro zamorano en el segundo cuarto. Somogy sumaba tres puntos y daba aliento a los suyos en un regreso a pista con varios fallos y faltas inocentes por parte de ambos bandos. Un minuto sin canastas que dio paso a otro de locura con ataques muy rápidos que no alternaban las diferencias en el marcador (21-35, m. 13). El Real Murcia parecía haberse tomado un respiro, pero nada mas lejos de la realidad, se agarró a la altura de Mendiola para seguir anotando y con un triple del recién ingresado González obligar a solicitar un nuevo receso a Saulo Hernández (21-40, m. 15).

El técnico y sus jugadores estaban obligados a buscar otra vía de anotación más allá de los tiros lejanos que, además, no se veían acompañados de la puntería que había mostrado en compromisos anteriores. Y ese nuevo camino para pelear la contienda no fue otro que el coraje. Garra y entrega bajo el calor de un numeroso público que empezaba a ver como los locales se movían mejor y ganaban posiciones cómodas en el poste alto.

Sin embargo, la fortuna no estuvo de parte del Aquimisa y sus intentos fallidos dejaron sin castigo los minutos más improductivos del Real Murcia. Las sensaciones eran distintas, más cuando Niang anotaba un triple y Libroia su primera canasta, pero la diferencia seguía siendo muy amplia en favor de los visitantes. Nada menos que 18 puntos.

La segunda mitad arrancó con un intercambio de canastas entre ambos equipos en el que, con el primer enceste, la diferencia superó los 20 puntos (29-51). Sin embargo, en esa tónica el Aquimisa Queso Zamorano se sentía más cómodo, mostrando además tener las ideas mucho más claras en ambos aros. Tanto fue así que, mediado el terceracto,llególaesperadareacción local. Un parcial de 9-0 con Niang y Meikle desatados forzaba el tiempo visitante y alimentaba la esperanza de triunfo (39-51, m. 25). Todo un balón de oxígeno que hacía despertar a la grada, cuyo aliento se dejó notar poco después en otro parcial favorable a los zamoranos, esta vez de 4-0, para poner el partido a siete puntos de distancia tras un nuevo canastón de Robinson y un triple de Niang. El orgullo y coraje se imponían a los centímetros rivales y, pese a las postreras canastas del Real Murcia antes del desenlace, todo era posible (48-61).

Con las espadas en todo lo alto, Aquimisa Queso Zamorano mantuvo su tendencia positiva en los compases iniciales del cuarto decisivo, aunque sin poder reducir la ventaja. Un hecho fundamental ya que, minutos después, volvería a imponerse el desatino en su ataque haciendo que los minutos fueran transcurriendo en beneficio del Real Murcia, tranquilo pese a no ver aro con facilidad (55-67). Los de Saulo Hernández intentaron poner su último gramo de fuerza en pista para desequilibrar la balanza pero, en el desenlace, apareció González para encadenar varios triples lejanos con los que dejó sin opción a Aquimisa Queso Zamorano, que ya sabe cómo se las gastan en esta nueva liga