Quesos El Pastor frenó ayer su mala racha de resultados superando a Mann-Filter por 71-65 en un partido con final agónico en el que la debutante Pierre-Louis fue una de las destacadas.

Con las ideas bien claras entró Quesos El Pastor en el partido, buscando balones a sus pívot y controlando bien el completo ataque rival. Por ello, las de Fran García llegaron a gozar de hasta cinco puntos de renta (13-8), aunque Mann-Filter no tardó en reaccionar y logró igualar la contienda antes del final del primer cuarto (19-18).

El equilibrio de fuerzas con el que acabó el primer periodo se alargó al segundo. Diez minutos vibrantes, con alternativas en el marcador y parciales positivos y negativos para ambos bandos que culminó con un 0-5 en favor de las mañas que se pudieron por delante (37-38).

El paso por vestuarios sentó muy bien a Quesos El Pastor. Regresó a la contienda con mucha más intensidad defensiva y, gracias al acierto de sus pívot y de Stanacev logró distanciarse de Mann-Filter. Un triple de la base y un 2+1 convertido por Pierre-Louis llevaron a las zamoranas a dominar por ocho tantos (48-40). Una diferencia que creció con una nueva canasta con tiro adicional de Sandra y un buen tiro de Nelson y una bandeja de Magden. El parcial, de 10-5, permitió a las zamoranas encarar con tranquilidad el final del tercer cuarto y afrontar el desenlace por delante en el marcador (60-52).

Pero pese a su ventaja en el tanteo, no lo tuvo nada fácil Quesos El Pastor para ganar el envite. Los dos primeros minutos del cuarto decisivo los arrancó sin anotar, viendo como Mann-Filter recortaba distancias y se ponía a cuatro puntos. Un aviso que hizo regresar la versión más competitiva de las naranjas a la hora de defender poniendo un triple de Laura Quevedo el punto de inflexión al sufrimiento local (67-56). Una canasta que, sin embargo, no fue suficiente pues las mañas respondieron con un parcial de 0-7 con el que la tensión volvía a ser máxima de cada a los dos minutos finales.

El desenlace, con 67-64, fue propio de una película de terror con el aro rechazando cada tiro naranja. Una maldición que hizo infinitos los últimos segundos hasta que la debutante Pierre-Louis anotó el definitivo 71-65.