Tan sólo cuatro años de aquel accidente que le obligó a continuar su vida sobre una silla de ruedas, Iván Heras ha encontrado en el deporte la mejor terapia para adaptarse a su nueva vida, y él es el primer sorprendido de los resultados que está alcanzando. Tras iniciarse en el paraduatlón y llegar a ser subcampeón de Europa y campeón de España en la categoría PTWC, hace solo unos meses, Heras ha dado el salto a las carreras de silla de ruedas y en concreto al maratón, especialidad en la que está a punto de dar el salto internacional una vez que consiga esa marca que sabe que vale y que todavía no ha podido alcanzar.

El próximo domingo puede dar ese salto de calidad bajando de las dos horas en el Maratón de Sevilla, y si la prueba es satisfactoria, el siguiente paso será el Maratón de Los Angeles al que ya ha sido invitado y donde se encontrará con algunos de los mejores especialistas mundiales de la "wheelchair".

Iván Heras es consciente de que "lo que pasó, allí quedó", "me sucedió eso pero también hay gente que tiene cáncer u otros problemas. No puedes vivir pensando en lo que pasó. Siendo realistas, yo no sería subcampeón de Europa con una bicicleta normal. Yo era frutero, dejaba el camión y me iba a las diez de la noche a correr, salía a correr cuando podía. Ahora puedo estructurar mi día, hacer tres sesiones, y dentro del mal, hay cosas que hay que agradecer". Y en esta nueva vida es consciente de todas las ayudas que está recibiendo como las que le facilitan Caja Rural o Aquona y otros amigos que le apoyan desde siempre.

La maratón de Sevilla es una de las más llanas de Europa, lo que es ideal para las sillas de ruedas. Intentará aprovecharse de los grandes corredores que participarán: "Gustavo Molina tiene 1h40 y me podría ayudar. Está permitido ir a rueda, pero tienes que aguantar su ritmo. Desconozco quiénes se han inscrito pero sé que va Jordi Madera, que es uno de los más rápidos de España, y la puede hacer en 1h30. Yo no me puedo agarrar a él porque es mi segunda maratón, aunque este año espero hacer bastantes, pero intentaré llegar a la media por debajo de una hora. El año pasado ya lo hice pero en los últimos diez kilómetros tuve una avería en la silla y perdí ese margen que llevaba. Creo que pasando en 55 la mitad de la carrera, se puede hacer".

"Conozco gente que tiene 1h20 en maratón que es rodar más rápido que mucha gente en bici. Yo acabo de pasar la barrera de las dos horas que es cuando comienzan a considerarse pero tengo que bajar todavía media hora. Quiero conseguir esa marca que sé que valgo el próximo domingo en Sevilla. Se trata de una prueba homologada por la AIF, la tengo muy entrenada y lo intentaremos. Ya el año pasado en mi debut hice 2h07 y llevaba entrenando con la silla unos tres meses. En la Media de Zamora corrí en 1h05 con las subidas que hay, y pienso que si todo va bien, tengo que estar por debajo de las dos horas", explica el deportista que en diciembre de 2014 sufrió un gravísimo accidente de tráfico que le dejó paraplégico.

Heras, a sus 31 años, confía en sus posibilidades porque la preparación ha sido "a conciencia"; sin ir más lejos, en la semana pasada recorrió 130 kilómetros con su OX, una marca japonesa que fabrica una de las mejores sillas del mundo. Su modelo es de segunda mano pero ha tenido la suerte de que parece hecha a medida para él: "Hay que ir todo lo justo que se pueda para no perder velocidad con las vibraciones y holguras. Las ruedas son Corima, que fabrica para los equipos profesionales de ciclismo, y las estrenaré en Sevilla el domingo". Sevilla será el primer paso para que Iván Heras dé el salto a los grandes maratones internacionales. Por el momento ya tiene invitación para Los Angeles gracias a las buenas marcas que realizó el año pasado en otras distancias, y si todo va bien, en junio, correrá otra maratón clásica de sillas en Minesotta: "Espero estar entonces en torno a 1h50. Intentaré este año hacer entre seis y diez maratones".

Su preparación comenzó al comienzo del invierno con el inevitable trabajo de gimnasio para que el cuerpo se vaya habituando al ejercicio: "Hace un par de semana ya llevo un trabajo precompetitivo pensando en Sevilla que es el inició de la temporada. Yo intentaré tener el pico de forma para el Mundial de Duatlón que es a finales de abril, y el 14 de mayo será el campeonato de España. El entrenamiento es muy parecido al de un atleta a pie, con tiradas largas, series? La semana pasada hice seis tiradas de 20 kilómetros. He hecho mucha fuerza en el gimnasio en pretemporada, y las series las empecé hace tres semanas", todo ello con la orientación de su entrenador, el madrileño Javier Fernández Alba.

Reconoce que este año va a dejar un poco de lado el ciclismo porque "no me da la vida para tanto. Hago tres sesiones tres días a la semana y el resto dos. El ciclismo hay que meter mucho volumen, tiradas de cuatro horas. No tengo tiempo en todo el día para tanto. Acabo todos los días agotado y no salgo ni a tomar un vino". Este año el Mundial de duatlón es en Pontevedra y el viaje será barato. "En los maratones, la organización se hace cargo de todo, pero en el duathlon es distinto".

De todas formas, tampoco descarta el triathlon porque también nada todos los días unos 2.000 metros, con sus enormes limitaciones que no afectan sólo a las piernas sino también a uno de sus hombros. "El triathlon no es un deporte fácil. Esto es mucho más difícil que antes, ya no solo por la exigencia física de mis limitaciones, sino por todo lo que conlleva. Yo salía en bici y en diez minutos estaba ya rodando. Ahora es muy distinto: baja a la calle, sube a la furgoneta, sube a la bici, llega al punto de salida, prepara todo? Entonces hay veces, cuando encima las cosas no salen, porque esto va por épocas y hay épocas en las que las cosas no salen, vas a una carrera, vas mal, vuelves a casa desanimado y piensas en no volver a mirar la bici".