Han pasado ya varios días desde la derrota encajada en Astorga (2-1), un tiempo suficiente para realizar un análisis más frío de lo ocurrido en La Eragudina. El entrenador del Zamora CF tiene claro que lo acontecido durante los noventa minutos tiene que servir a la plantilla para reflexionar, pero también es "una oportunidad para mejorar", y así también lo transmitió el propio vestuario. "Éramos conscientes de que tenía que llegar tarde o temprano (la derrota) pero ahora no es el momento de señalar sino de construir", comentó David Movilla quien admitió que sus sensaciones sobre el partido sí han ido cambiando con el paso de las horas y tras visionar el choque. Sobre el encuentro, sí quiso dejar claro que en la primera parte fueron superiores a su rival, con el doble de ocasiones reales de gol, y fueron ellos, en concreto Dani Hernández, quien acertó ante la meta rival. Sin embargo, tras el descanso, Movilla admite que los rivales en cinco minutos consiguieron meterse en el partido, pero después durante los veinte minutos siguientes, el Zamora gozó de hasta tres ocasiones para haberse vuelto a adelantar, pero no acertaron mientras que los maragatos, del minuto 25 al 30 de la segunda mitad, tuvieron tres opciones y acertaron una que fue el 2-1 definitivo. De ahí al final, los rojiblancos acumularon más oportunidades, hasta cuatro, pero no estuvieron acertados. "Hemos tenido partidos con un porcentaje de acierto alto (se demuestra es el 7-0 y 9-0) y otros en los que no", pero sí es una realidad que el Zamora es el equipo más goleador del Grupo VIII.

Ahora, todos coinciden en que es el momento de mirar al frente, al próximo partido ante el Almazán y aprovechar este tropiezo para seguir con la progresión y es que el equipo aún tiene margen para crecer, y así quieren hacerlo en el vestuario y banquillo.