El Real Madrid acabó salvando los muebles en la pista del Darussafaka, colista de la Euroliga, que reaccionó en el último cuarto y estuvo a punto de sorprender a un equipo español que, con su agónico triunfo, se sitúa a solo uno del líder Fenerbahce (82-86).

Sin Felipe Reyes ni Rudy Fernández, en Madrid por decisión técnica de Pablo Laso, el conjunto merengue completó unos treinta minutos de buen baloncesto, pero su bajón en el final del choque y el partidazo que protagonizó Toney Douglas (27 puntos, 6 triples y 22 de valoración) a punto estuvieron de darle un susto.