El Sevilla y el Girona, dos equipos ambiciosos y habitualmente protagonistas, encaran en pleno bache su reto a Barcelona y Real Madrid, respectivamente, en los cuartos de final de la Copa del Rey. Ambos equipos no viven sus mejores días, aunque en el torneo del k.o. es donde, precisamente, mejor se han manejado. El Sevilla sentenció en octavos al Athletic en San Mamés y el Girona apeó al Atlético de Madrid tras dos empates y merced al valor doble de los goles en campo contrario. La eliminatoria estelar será la que diriman el cuadro sevillano y el Barcelona en la reedición de la última final. El primer capítulo se escribirá este miércoles en el Ramón Sánchez Pizjuán, el fortín hispalense donde mejor se maneja el equipo de Pablo Machín.

Al Barcelona, no obstante, no se le da nada mal ni el campo del cuadro andaluz, donde no pierde desde el 3 de octubre de 2015, ni el propio Sevilla, al que ha ganado diez de los once partidos jugados desde entonces (el otro fue un empate), incluidas la Supercopa de España 2017 y la última de 2018, la Copa del Rey del año pasado. En el enfrentamiento liguero más reciente, el pasado 20 de octubre, el Barcelona venció en el Camp Nou por 4-2 a un Sevilla cuya tendencia más próxima es a la baja, ya que ha ganado tan solo uno de sus últimos seis encuentros, el copero de San Mamés.

Ha quedado el cuadro de Pablo Machín descolgado de la lucha por el título después de haber estado peleando toda la primera vuelta. El rendimiento de alguno de sus mejores hombres se ha visto mermado y el equipo lo está acusando en cuanto a resultados.

El Real Madrid saborea aún uno de sus mejores partidos de la temporada. Su triunfo liguero ante el Sevilla (2-0) y el juego desplegado, con Luka Modric de nuevo a gran nivel, alimenta su proyecto de reacción tanto para la liga como para esta Copa. Tomada cumplida revancha ante el Leganés, su verdugo la pasada campaña, ahora tiene por delante al Girona, un conjunto muy ambicioso, que despliega un buen fútbol y que está haciendo historia al meterse por primera vez en cuartos. No obstante, el cuadro de Eusebio Sacristán, que nunca ha ganado como entrenador al Real Madrid, atraviesa el momento más complicado de la campaña, puesto que acumula ocho partidos sin ganar, aunque en esta racha están los dos empates ante el Atlético y en algunos de los encuentros ha merecido mucho más. Santiago Solari aguarda la evolución de la 'enfermería', que sigue plagada, para decantarse por un once que intente encarrilar la eliminatoria en el Santiago Bernabéu y acudir con más tranquilidad a Montilivi.

El Valencia, como confirmó con la remontada en Vigo, parece ir encontrando el rumbo tras un inicio de campaña más que complicado e intentará ratificarlo ante uno de los equipos más complicados del momento, un Getafe pletórico. La historia entre el Espanyol y el Betis favorece claramente al equipo sevillano -superó a su rival en seis de sus siete enfrentamientos-, aunque a su técnico, Quique Setién, le dicen poco las estadísticas.