El Quesos El Pastor hizo los deberes ayer, como lo ha hecho hasta el momento con los principales rivales por la permanencia, y alcanzó una victoria muy trabajada en el clásico contra el Bembibre que tuvo dos partes bien diferenciadas: una primera con una pobre actuación zamorana y otra segunda en la que la fe en la victoria y el oficio de las nuestras les permitió imponerse en un final igualado pero que supieron afrontar con serenidad.

Era un duelo de necesitados y, como tal, fue muy intenso desde los primeros instantes porque además se trataba de dos enemigos con plantillas muy parejas y, de hecho, los duelos por parejas fueron brillantes: Santa Stanacev con Roselis Silva, Laura Quevedo con Gladkova, Nogaye Lo con Vicky Llorente...

Y la presión le pudo en un principio más al Zamarat que acusaba la responsabilidad de no perder un partido que era trascendental, sobre todo, después de la dura derrota después de dos prórrogas ante Cáceres la semana anterior.

Bembibre, por contra acertaba con todo lo que lanzaba para firmar un parcial de 0-7 que le permitió adelantarse 6-11. Eran momentos de juego brillante y Quesos El Pastor recuperaba momentáneamente la delantera con 14-13 en el minuto 8 tras una jugada de 2+1 de Ainhoa López. Pero Bembibre seguía sin perdonar en los triples y anulaba dos buenas canastas de Celia García para cerrar el primer cuarto con 16-20.

Fran García, como ya había hecho en otros partidos, decidió dar descanso en el segundo cuarto a Sandra Stanacev que fue muy dignamente sustituída por Laura Marcos.