El Zamora CF cerró ayer el ciclo de desplazamientos de 2018 y lo hizo de la mejor manera posible, con una goleada ante la Cebrereña (0-4) que le permite llegar colíder, junto con la Arandina, a la última jornada de la primera de donde saldrá el título de "campeón de invierno".

En el encuentro disputado ayer en tierras abulenses los rojiblancos fueron muy superiores y nunca pusieron en peligro el triunfo ante un rival que, a pesar de estar metido en la pelea del farolillo rojo, en su casa siempre es un hueso duro de roer para todos los grandes. Con este amplio marcador, gracias a los tantos de Ramos, Murci (2) y Pipi, los de la capital del Duero se reafirman como el mejor visitante de toda la primera vuelta y es que lejos del Ruta de la Plata han sumado 21 puntos (6 victorias y 3 empates). El partido de ayer, además, permitió ver en acción de nuevo a Juanan y Murci que regresaban de sendas lesiones, lo que provocó cambios en el equipo titular, tal y como ya se preveía-

Una vez más, la lectura del encuentro salió perfecta para los de David Movilla que sabían que el exceso de confianza no sería lo más adecuado, y por ese motivo salieron firmes dando el primer susto a Javi Gordo en el minuto 7, cuando Carlos Ramos estrellaba el balón en el palo.

Minutos sin demasiadas jugadas destacadas los posteriores, hasta que llegaba el 20 y Manso Rojas, el colegiado encargado del partido con la asistencia de Vásquez Molina y Fernández Rincón, interpretaba mano de Súper dentro del área y señalaba pena máxima favorable para los zamoranos, lo que desataba el cabreo de los jugadores locales. Lanzaba Carlos Ramos el penal y como ya varias veces esta campaña, Javi Gordo adivinaba perfectamente el lanzamiento y paraba con una gran estirada manteniendo el marcador.

Seis minutos más tarde se tomaría el propio Ramos la revancha, con un perfecto lanzamiento de falta que superaba la barrera y entraba directo a la malla, suponiendo el 0-1.

Les costaba llegar a los de Pepe García, que lo intentaban por banda y no conseguían entenderse en los últimos pases. David Terleira ponía en juego una falta lejana pero Pérez no conseguía recoger el pase en profundidad y sin más peligro Iago veía el juego con tranquilidad. Aparecía Murci en el 36 para dar otro golpe sobre la mesa y materializar el dominio zamorano sobre el césped de Cebreros. Remataba con una chilena en el área pequeña un balón que no conseguían despejar los verdiblancos y que iba para dentro sin que Gordo pudiera reaccionar, subiendo así el 0-2 al marcador.

Acostumbrados los cebrereños a recurrir a juego aéreo directo, el viento les dificultaba conseguir la pelota. Tendría Diego Pérez el último lanzamiento de la primera parte, enviando el balón demasiado alto desde la media luna del área.

El paso por vestuarios conllevaría cambios en las filas locales, lo que no es habitual por parte de García, tratando de buscar el revulsivo que diera la vuelta al partido. Dani Tena y Guille Velayos sustituían a Víctor y Diego Pérez. Movilla no movía fichas en el descanso, y mantenían las ideas claras tras el pitido arbitral, ejecutando un lanzamiento desde el propio saque de centro.

Sin más tiempo de reacción, pasaban solo tres minutos de la segunda parte cuando Murci se quedaba solo dentro del área y marcaba el tercero. Aumentaba la tensión en el 50 cuando Chete realizaba una dura y peligrosa falta a Perdi que le costaba la tarjeta amarilla, ante las protestas locales pidiendo más castigo. Las protestas continuaban seguidamente cuando Ruba cabeceaba un balón de Gordo en el área y pedían insistentemente mano del defensa visitante.

El transcurso del partido iba aumentando la presencia ofensiva de la Cebrereña, en el 60 un tiro de Súper a pase de Pakato se iba al lateral de la red y cinco minutos después David Terleira daba un palo, suponiendo la ocasión más clara hasta el momento.

Por otra parte, Carlos Ramos tenía otra falta en el 61 similar al primer gol, pero que esta vez, con un lanzamiento más duro, se le marchaba alta. Pepe García pedía intensidad y no bajar los brazos desde el banquillo, pero los roles en el césped estaban claros y a pesar de ser un partido demasiado frío para un marcador tan abultado, Pipi hacia el cuarto en el 84 nada más salir al terreno de juego, aprovechando la facilidad verdiblanca de encajar gol que va arrastrando a lo largo de las jornadas. No habría tiempo para más cuando el colegiado decretaba el final con el 0-4 como correctivo para la Cebrereña por parte de un Zamora que conseguía cómodamente su objetivo de sumar tres y seguir sin tregua en la lucha por el campeonato.