Alrededor de 4.000 efectivos, de ellos 2.054 policías nacionales, conforman el dispositivo para garantizar la seguridad antes, durante y después del partido de la final de la Copa Libertadores que disputarán mañana en el Santiago Bernabéu los equipos argentinos Boca Juniors y River Plate. Un hecho inédito e histórico.

El delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Rodríguez Uribes, dio cuenta en rueda de prensa del Operativo CABA -el acrónimo de la ciudad de Buenos Aires, de donde son los dos equipos-, uno de los más importantes de los que se han desplegado en España para un partido de alto riesgo, como está calificada esta contienda. Un partido que reportará a la economía madrileña 42 millones de euros en ingresos directos y otros 50 millones inducidos por la marca España y la marca Madrid, pero que supondrá también un gasto para la administración que, como mínimo, asciende a los 650.000 euros por el despliegue policial.

Y para que este "magnífico evento", en palabras del delegado, sea un éxito, se ha diseñado un dispositivo que, pese a la premura del tiempo, ha podido desplegarse ya para que todo salga bien en Madrid, sede de una final que será presenciada por unos 81.000 espectadores.

Para que nada enturbie el partido, sus prolegómenos y la celebración posterior, 2.054 policías nacionales, cuentan estos d´´ias con el apoyo de 150 agentes de la Policía Municipal local y 1.700 efectivos de seguridad privada.