Suma y sigue para el Zamora CF que ayer lograba un nuevo triunfo, en esta ocasión ante un rival directo, el Cristo Atlético ante el que han abierto una brecha de seis puntos. Lo cierto es que el regreso del equipo al Ruta de la Plata fue plácido y los palentinos apenas pusieron en apuros a unos locales que dominaron en todo momento. De hecho, el único 'pero' que se le podría poner a los rojiblancos es el no haber sentenciado antes o no haber goleado puesto que las ocasiones se multiplicaron sobre la portería rival donde Adri hizo un auténtico partidazo y se convirtió en héroe de los suyos. También es una realidad que los del Cristo llegaban con tres bajas importantes en sus filas, una circunstancia que les pasó factura y es que lo que se vio sobre el césped del Ruta fue prácticamente un monólogo. Al final fueron Murci y Dani Hernández los que vieron portería rival, con sedas dianas (una en cada tiempo) para lograr un nuevo triunfo que apenas produce cambios en la clasificación.

Los de David Movilla continúan terceros, a dos puntos del liderato que ahora es para la Segoviana y empatados con la Arandina. La cuarta posición es ahora para el Numancia B y el Cristo se ha desplazado a lo sexta posición, también por detrás del Atlético Astorga.

Una semana más queda demostrado lo caro que va a estar el liderato, pero el Zamora CF crece jornada tras jornada y ayer el trabajo defensivo volvió a ser a convertirse en los cimientos del juego rojiblanco.

Sin demasiadas sorpresas en el once inicial que puso en juego Movilla, el partido se puso muy rápido de cara, incluso antes de lo que se podía esperar, y es que tras varias aproximaciones fue Murci, de cabeza, quien adelantó a los locales cuando apenas habían transcurrido los primeros diez minutos de juego, y después de que los zamoranos ya hubiesen pisado varias veces área rival. Cierto es que el Cristo Atlético no se vino abajo y trató de reaccionar imponiendo un ritmo rápido que el Zamora supo contrarrestar a la perfección con una contundente defensa, y es que Villanueva iba a tener una tarde muy tranquila, con apenas un par de intervenciones a lo largo de los noventa minutos. Pasaba el tiempo y el dominio rojiblanco era total, sin un atisbo de sufrimiento entre los jugadores, pero lo que había sido un inicio vibrante se convirtió en un juego más tedioso, al menos para el espectador. Así, sin demasiado espectáculo se llegó a la media hora, momento que resultó ser un punto de inflexión y el equipo volvió a enseñar los dientes. Una falta que botó Dani Hernández, y que se fue alta, y una intentona de Garban, que repelió el portero, volvieron a dar alas a los zamoranos pero no fueron capaces de ampliar su renta y con una mínima ventaja enfilaron el túnel de vestuarios.

Siendo conscientes de que tenían margen de mejora por delante, y sin cambios entre los protagonistas, se reinició el encuentro y con el Zamora dispuesto a sentenciar cuanto antes para evitar que el Cristo adquiera confianza. Ocasiones tuvieron los zamoranos y es que el partido se convirtió en un asedio total sobre el portero Adri, que pudo hasta lucirse con una mano salvadora con la que evitó el segundo de los anfitriones que, además, reclamaron un dudoso penalti que el árbitro no consideró. La falta de efectividad volvía a ser la asignatura pendiente, la única de un partido que estaba transcurriendo con absoluta calma. Parecía imposible que el 1-0 continuase en el marcador dadas las numerosas ocasiones a las que también aportó Asiel con un nuevo cabezazo que tampoco obtuvo fruto y, sobre todo, David Álvarez con un magnífico disparo que sacó el meta in extremis. Por el lado palentino poco (p más bien nada) se estaba viendo, pero el partido seguía abierto hasta Dani Hernández decidió que era el momento de sentenciar, y así lo hizo. El capitán aprovechó un error rival y tomó el control del esférico, sumó metros y tras sortear al portero disparó para poner el ansiado 2-0 y dar más tranquilidad al equipo. De ahí al final, los zamoranos buscaron el tercero mientras que los palentinos trataron de buscar, sin éxito, el gol de la honra. Fue una victoria tranquila y en la que apenas se vio sufrimiento de los zamoranos que ya tienen la mirada puesta en su próximo compromiso que será el jueves, a las doce del mediodía, en feudo del Briviesca, que ocupa la penúltima posición de la tabla con una sola victoria; la lograda en su casa frente a La Bañeza. Precisamente los bañezanos visitarán el Ruta el próximo domingo, por lo que se prevé una semana intensa en el equipo zamorano.