El Caja Rural solventó de forma más fácil de lo esperado con una goleada por 0-10 su visita al campo de una Arandina que, pese a no arrancar de forma convincente el campeonato, cuenta con efectivos suficientes como para ganar cualquier partido.

El duelo dejó claro que las burgalesas no pasan por su mejor momento, cosa que aprovechó a la perfección un Caja Rural bien plantado que recuperó la puntería de la que careció la semana anterior frente a su público. Y es que, una vez Tere abrió el marcador en el minuto 18, las zamoranas se convirtieron en un vendaval imparable para el conjunto local.

Tal fue la superioridad visitante que, al descanso, el Caja Rural ya había dado carpetazo al encuentro con un contundente 0-6. Un marcador que no sació su hambre de goles en una segunda mitad en la que Nacho Merino dio bastantes minutos a su banquillo. Una confianza que sus jugadoras devolvieron con cuatro goles más para cerrar un auténtico festín zamorano.