Malas noticias para el Zamora CF. Finalmente se cumplieron los peores pronósticos y las pruebas médicas determinaron que Sergio García sufre una nueva lesión muscular que le mantendrá alejado de los terrenos de juego alrededor de ocho semanas. Esto supone que 2018 y, por ende, lo que resta de primera vuelta se ha acabado para el delantero zamorano que hace días admitía no tener buenas sensaciones que ahora se han confirmado. Es, sin duda, un problema para el equipo que pierde a uno de sus mejores hombres para las próximas jornadas, aunque desde el cuerpo técnico aseguraron que no hay lamentos sino pensar en opciones para paliar la ausencia del rojiblanco.

Esta baja se une a la del centrocampista Pipi que, según confirmó el entrenador rojiblanco, tampoco está listo aún. El resto de jugadores sí está disponible para el encuentro de este domingo y David Movilla aseguró al respecto que "todos" sus jugadores tienen opciones de estar en el once inicial. "Tengo un vestuario extraordinario y elijamos a quien elijamos, vamos a acertar, me lo ponen muy fácil porque saque a quien saque, el equipo va a rendir", indicó el técnico quien insistió en que "no creo en las rotaciones. Cada semana buscamos el mejor once". Además sí quiso agradecer el nivel y actitud de los futbolistas que están teniendo menos minutos (o incluso no van convocados) que ayudan al resto de una forma "espléndida".

De este modo, habrá que esperar para ver si se produce el debut de Dani Mateos, ya con ficha federativa tras la marcha de Saúl cedido al Villaralbo. Más complicado parece ser que será ver a Dixon, al que todavía, tres meses después de su fichaje, le queda tiempo de adaptación. Sobre el defensa, el director deportivo del club, César Villafañe, admitió que su integración en la dinámica está siendo más complicada por el hándicap del idioma. Además, admitió que están sopesando la opción de negociar una cesión para darle minutos y que se foguee, aunque es un extremo que todavía no tienen perfilado al cien por cien.

En lo deportivo a la plantilla aún le quedan dos sesiones de trabajo antes de afrontar un partido ante el Burgos Bupolsa (12.00 horas en el Ruta de la Plata) en el que "el nivel y la exigencia" será la misma que en pasados compromisos y es que el míster aseguró que su plantilla no va a bajar la intensidad. En cuanto a su próximo contrincante afirmó que es una plantilla "dinámica y atrevida" a la que le gusta llevar la iniciativa y se repliega con orden. Con estas premisas, el reto volverá a ser "sacar la peor versión del rival".