Victoria justa y trabajada la que logró ayer el Caja Rural en su duelo frente al Casa Social. Un rival que se adelantó en el marcador y cerca estuvo de arañar algún punto pese a ser un equipo claramente inferior al de Nacho Merino.

Si bien las zamoranas se impusieron ayer por 2-1, bien pudieron no ganar un encuentro en el que gozaron de ocasiones para golear a su rival, especialmente en el último cuarto de hora. Un adversario que se puso por delante en el minuto 24 y trató a partir de entonces de sacar petróleo de su mejor jugada en todo el encuentro, rematada por Irati.

El gol, lejos de sentar como un jarro de agua fría a las locales, espoleó aún más a un Caja Rural que acumulaba ocasiones y ocasiones con el paso de los minutos pero que, aún así, se marchó al descanso por debajo en el marcador.

Hubo que esperar a la segunda mitad para ver como el esfuerzo amarillo tenía premio con dos goles bien distintos. El primero, de Lucía, fruto del talento de una jugadora capaz de bajar el cuero y conectar una volea desde más de veinte metros; el segundo, a falta de cuarto de hora, nacido de la entrega de Patri quien corrió sin desánimo hasta rematar a la red un pase en profundidad.