Desde que llegara a Zamora en 2003, Jorge Martín Cordero ha defendido con todas sus fuerzas el escudo del Balonmano Zamora. Su implicación con el proyecto deportivo del club y su aportación a la entidad en su crecimiento están fuera de toda duda. Basta con echar la vista atrás y recordar los múltiples partidos en los que, representando el inquebrantable espíritu de Viriato, tomaba la responsabilidad de llevar a los suyos a buen puerto. Contra viento y marea, en fases de ascenso o frente a rivales de la Liga Asobal.

Su garra y su talento llevaron a este vallisoletano a asumir las funciones de capitán del MMT Seguros en los últimos años. Un puesto que queda vacante tras la decisión tomada por Jortos de aparcar, por ahora, el balonmano. Para el primera línea, es hora de tomarse un descanso y centrar todas sus energías en conseguir otras metas lejos del 40x20.

"Es una decisión que tenía ya tomada antes de renovar este verano y que comuniqué al club en su momento para que valoraran si se quería seguir contando conmigo o no. No sabía cuando iba a llegar el momento de parar, pero ha llegado", relata Jortos mientras su teléfono no para de sonar, agradeciendo al Balonmano Zamora "su exquisito trato y el hecho de querer siempre contar conmigo". "En este club, todo son siempre facilidades", reconoce con un tono algo triste por todo lo que tiene que dejar apartado ahora mismo.

Para Jortos, desligarse del MMT Seguros "no ha sido fácil" ya que, además de ser el capitán pistacho, disfruta mucho siendo parte del equipo. "Yo soy muy feliz jugando a balonmano pero, ahora mismo, siendo que no doy más de sí. Tengo el tiempo justo para todo y, en estos momentos, creo que debo dedicar mi esfuerzo por completo a los estudios y al trabajo", comenta el lateral vallisoletano cuya baja "no tiene una duración determinada". "Puede que en enero esté de vuelta, puede que el año que viene... pero que quede claro que no me retiro, mi intención es volver", aseguró para tranquilidad de los seguidores pistacho, con los que compartirá grada a partir de ahora tratando de apoyar a sus amigos.

Jortos, que pasará a centrarse en su futuro profesional, destacó que ahora mismo no puede "correr riesgos que supongan un contratiempo laboral del que lamentarse". Peligros como la lesión que sufrió en la espalda hace dos semanas, aunque según él ese incidente "no haya precipitado las cosas". "La principal razón que me ha animado a alejarme en este momento del balonmano es la recuperación de Petter", apuntó el bravo jugador, explicando: "Su mejoría y la de Adrián hace que mi ausencia pueda notarse lo menos posible".

Con su momentánea marcha, Leo Álvarez pierde a uno de los pilares fundamentales de su vestuario. Un jugador determinante para el MMT Seguros, especialmente en el apartado defensivo donde deja un hueco difícil de tapar. Pero, sin duda, si alguien se ha ganado el derecho a disfrutar del "descanso del Guerrero" es el capitán del bloque de Viriato. Un jugador que ha madurado enfundado en la zamarra pistacho, esa que desea volver a enfundarse "cuanto antes". Una vuelta condicionada a su presente y futuro laboral.