Quesos El Pastor encajó ayer una dura derrota (40-73) frene a un rival superior, Lointek Gernika, que no tuvo clemencia del pésimo día naranja en el lanzamiento. Un desacierto que impidió al cuadro zamorano competir por el partido a partir del descanso.

Con una buena combinación entre Laura Quevedo y Chelsea Nelson se puso fin a la serie de errores con la que arrancó el duelo de ayer en el Ángel Nieto. Minutos de tanteo, sin canastas por ambos bandos y control de cada equipo en el rebote defensivo. Dos primeros puntos a los que Gernika no tardó en responder, primero desde la línea de tiros libres y después con la canasta de Berezhynska. Las visitantes tomaban el mando del duelo y aumentaban su renta con un "dos más uno" en una inocente falta local (2-7, m. 6).

No se descompuso Quesos El Pastor ante el arreón vasco pero, en los siguientes minutos, careció de acierto a la hora de buscar el aro rival. Únicamente , aunque por fortuna sus adversarias tampoco mostraron gran puntería en sus intentos tanto al contragolpe como desde la línea de tres puntos. Así, el marcador se congeló en un 4-9 que duró hasta el minuto 7 de juego cuando Gernika puso fin a la sequía y forzó el tiempo muerto de Fran García.

El asueto sentó bien a las naranjas ya que, en los últimos compases, mostraron mayor fluidez ofensiva de la vista hasta ese momento. Una penetración de Laura Quevedo, un triple de Ainhoa López y un buen reverso de Lo Sylla marcaban el camino a una escuadra local que se acercaba a la remontada poco antes del final de un cuarto que Gernika terminó por delante (11-15).

La diferencia entre ambos equipos no había sido notable en el periodo inicial y Quesos El Pastor se veía con posibilidades de pelear ante todo un equipazo. Eso sí, debía conseguir subir su porcentaje en el lanzamiento, algo que le resultó imposible.

Las buenas sensaciones iniciales, no obstante, comenzaron a diluirse al inicio del segundo cuarto. Los diez minutos finales del primer acto arrancaban con la escuadra visitante ampliando diferencias sin que las jugadoras de Fran García pudieran responder. No importaba si la oportunidad llegaba bajo el aro con el balón en manos de sus pívots, con tiros de media distancia o precipitados lanzamientos desde la línea de tres... Quesos El Pastor era incapaz de anotar y la renta vasca pasaba a ser importante (11-21, m. 15). Hubo que esperar a que una a que Stanacev recibiera una falta antideportiva para que la base pusiera fin a la sequía naranja, si bien su acierto desde la línea de personal y el que tuvieron justo a continuación Lo Sylla y Nelson no alteraron el guión establecido antes del paso por vestuarios. Ni siquiera un triple de Laura Quevedo o un "dos más uno" de Stanacev alteró el dominio de un Gernika con más pólvora y una defensa realmente férrea (23-36).

Con un triple para equipo dio comienzo el tercer cuarto, ese en el que se esperaba la reacción de un Quesos El Pastor alentado por su público. Y lo intentó el equipo naranja, subiendo un punto su intensidad defensiva y encomendándose en ataque a la dirección de Stanacev y la altura de Seda. Sin embargo, el talento de jugadoras como Berezhynska, Gwathmey o Vanderwal permitía a Gernika contener el arreón naranja y mantener su ventaja en el luminoso (29-45, m. 25).

Ni un nuevo tiempo muerto solicitado por Fran García en busca de soluciones que permitieran encontrar soluciones en ataque a sus jugadoras podía evitar que el partido acabara de decantares en favor de las visitantes. Especialmente porque, además de encontrar mejores posiciones de tiro para anotar, Gernika consiguió ayer robar muchos balones a la formación zamorana. Una escuadra, Quesos El Pastor, que no pudo impedir que el partido quedara sentenciado al lograr únicamente ocho puntos a lo largo del tercer periodo (31-55).

Poco o nada podía ya aportar al espectador un último cuarto al que se entraba con Gernika dominando el encuentro con una cómoda renta de 24 puntos. Una diferencia que se antojaba insalvable para un equipo con nula puntería como fue ayer Quesos El Pastor. Las naranjas, vencidas, fueron presa fácil para una formación vasca cuya mayor rotación le permitió no bajar su alto ritmo de juego en ningún momento, ampliando paulatinamente la diferencia hasta marcharse por encima de los treinta puntos y cerrar el partido con un contundente 40-73 a su favor. Un tanteo que dejó bien a las claras la diferencia de acierto y de potencial entre unas y otras.