El lateral brasileño Rafinha, jugador del Bayern Múnich, pidió disculpas ayer por el disfraz que utilizó para celebrar la noche de Halloween. "No era mi intención enfadar a nadie o ni herir sus sentimientos con mi disfraz", escribió Rafinha que se disfrazó como un jeque árabe con un paquete en la mano que simula ser una bomba, con la leyenda "Vorsicht" (precaución).

Su compañero de equipo Jerome Boateng publicó la fotografía en su cuenta de Instagram, pero luego ante los comentarios negativos borró la publicación.