Sólo queda hacer oficial cuándo y por quién, aunque ya se sabe. Hace ya unas semanas que Lopetegui llevaba arrodillado ante el verdugo a la espera de que alguien accionara la cuchilla de la guillotina. Le tocó al Barça. Ni la media hora en la que el Real Madrid tuvo contra las cuerdas a los culés parará el golpe. Lopetegui ya es historia, a la que, por cierto, y entre otras cosas, pasará como uno de los técnicos blancos más efímeros y que se fue dejando al campeón de campeones fuera de puestos europeos.

Suele pasar que lo que empieza mal, termina peor. A veces el karma funciona. El fútbol le ha devuelto a Lopetegui y al tío Floren lo que le robaron con el esperpento que protagonizaron en Rusia. Aunque penita, ninguna, que el técnico se llevará unos 14 millones de indemnización. Calderilla para el tito, cuya única preocupación ahora es la remodelación del Bernabéu. Adivina, adivinanza, ¿quién hará la obra de los 600 millones? Pero lo dicho, el karma es el karma y la puñalada a la Roja ha tenido un efecto "boomerang" que ha hecho que, salvo la goleada a la Roma, el Madrid de Julen no enamorara a nadie. Y mucho menos al patrón, que trata a los entrenadores del Madrid igual que a sus encargados de obra. En el caso de Lopetegui con mucha más razón, ya que fue la última opción de una larga lista de técnicos que dijeron no al banquillo de la era post Zidane y Cristiano Ronaldo.

Cierto es que Lopetegui tenía por delante la difícil tarea de gestionar la borrachera de gloria en la que vive el club que ha ganado tres de las últimas cuatro Ligas de Campeones, y la pérdida de los 50 goles del portugués. Pero eso ya lo sabía cuando a dos días del inicio del Mundial ni se paró a recoger las prendas íntimas de su habitación de la concentración de la Roja para hacer realidad el caprichito veraniego del tito. Pero, como Roma, Florentino ¿no paga? traidores.

A Julen, además de la buena pensión que le van a dar por entrenar cuatro meses al Real Madrid, más los dos kilos que se llevó de la selección, le queda un currículo "envidiable": tres despidos en otras tantas aventuras en banquillos de verdad. Que no sufra, que en la tele siempre andan buscando finos analistas del balón. Y mientras tanto, las risas en Turín de la princesita de Madeira y del sindicalista de la ciudad del fútbol de Las Rozas deben ser de escándalo.