Ruionoso, depresivo, incapaz... y gafe. Al Madrid se le acaban los calificativos tras encajar su tercera derrota seguida ante un sorprendente Levante con un sorpresivo Morales. Y a Lopetegui se le termina el crédito en un equipo blanco que ayer chutó tres veces al palo y le anularon dos goles. Sobre la cabeza del exseleccionador suenan ruidos de sables antes de El Clásico y planea la carta de un despedido cada vez más procedente. En un mes, el Madrid de Lopetegui se ha desmoronado. Ha sumado un punto de 15 posibles y estado a solo 14 minutos de firmar la peor sequía goleadora de su historia. Y la semana que viene toca Messi.

El partido ya tenía de por sí hechuras de ultimátum. Isco regresó al once tras un mes de ausencia en el que ha coincidido el desplome blanco. Él sólo no pudo hacer frente a un Levante que pescó en río revuelto. Con descaro y defensa de tres, Morales aprovechó un balón en largo para despegarse de Varane y hacer el primero. Fue tan fácil que sonó a chiste en un Bernabeú donde se mascaba la tragedia.

Varane la volvió a liar. Cometió una mano que chivó el VAR cuando el colegiado había señalado falta fuera del área. Roger engañaba a Courtois y el Bernabéu entraba en efervescencia. Cuando parecía el momento de una gran remontada de aquellas de las casta y coraje, al Madrid le tembló el pulso.

Con cero dos en el marcador, en el paseo de la Castellana el drama podía adquirir dimensiones épicas. El Madrid estaba a minutos de firmar la peor sequía de la historia. Al rescate apareció Marcelo en el minuto 72, que paró el cronómetro de la vergüenza en 480 minutos sin marcar, por los 494 de 1985. Entre medias, a Asensio le anularon un gol, Casemiro le pegó al larguero, al Levante le anularon el tercero y los equipos pasaron por vestuarios.

El Madrid pedía un líder y entró Bale, pero la revolución la hizo Benzema. El francés, habitualmente de carácter linfático, se transformó en un jugador taimado para asistir a Marcelo en el gol y se sacó un disparo rabioso que rebotó en el palo. El galés también estuvo cerca de marcar. con un excepcional disparo de falta. Pero al Levante, ya totalmente asediado, le quedaba una última defensa: su portero Oier.

Buscaban oxígeno los valencianos, pero el Madrid ya estaba desbocado. Mariano en el área pequeña cazó un rechace y le faltó meterse dentro de la portería. Chutó en la línea pero el VAR le anuló el gol del empate, una tirita para una herida profundísima. El Madrid volvió a perder. El Clásico asoma por la esquina, con el Viktoria Plzen. Lopetegui parece estar entre Leo Messi y la pared.

"No pienso en la destitución. Estoy muy tranquilo". Las palabras son de Julen Lopetegui al que se le acaba en el Real Madrid tras la derrota ante el Levante. "Creo más que nunca en este equipo por el esfuerzo que ha hecho y por como ha reaccionado ante el infortunio", prosiguió el entrenador. "Se han dejado todo en el campo, merecimos ganar holgadamente", remató el técnico vasco.

El vestuario cierra filas alrededor de Lopetegui. El capitán Sergio Ramos, Marcelo, Ceballos, Lucas Vázquez... toda la plantilla muestra de puertas para fuera sensación de unidad. Lo más repetido ayer, "estamos a muerte con Lopetegui".

Ramos, que tras perder contra el Alavés calificó de locura la destitución afirmó que "Los cambios de entrenador nunca son buenos. Cuando las cosas no salen, es fácil hablar, es ventajista". Si bien matizó que "las decisiones las toman los de arriba". Marcelo también salió al paso de las críticas: "Con el míster estamos a muerte. Es injusto -despedirle- como hicisteis con Benítez". A Lopetegui le apoyan jugadores que han visto reducida su participación de forma drástica, como Lucas Vázquez, que dijo que "estamos con él desde le minuto uno hasta el final", y otros que han visto aumentado su cartel, como Dani Ceballos. "Estamos a muerte con él", afirmó.