Si Messi no juega, es casi seguro que no ganamos el partido. Si Messi juega, ya no es seguro que ganemos el partido. Messi salió en la segunda parte ante el Athletic y no ganamos el partido, y eso es una mala noticia; pero si hubiéramos ganado al Athletic en el último segundo tampoco sería una buena noticia porque entonces ya sería oficial que el Barça depende de Messi como el daiquiri depende del ron blanco y como las aventuras del comisario Kostas Jaritos dependen de la ciudad de Atenas.

Los postes nos odian. Los largueros, también. Perder tiempo contra el Barça tiene premio, porque a los árbitros les importa un pito (nunca mejor dicho) que antes de cada falta lanzada por Messi se organice una animada y larguísima tertulia y que los porteros rivales tarden en sacar de puerta más tiempo que el que empleaba mi abuela en preparar su perfecto arroz con leche. A Dembélé le falta un hervor, dos pausas, tres ojos y cuatro partidos seguidos buenos. Piqué no puede encabezar los ataques del Barça a ritmo de corneta del 7º de caballería como si estuviéramos viendo una peli de indios y vaqueros. Ter Stegen es un gran portero, pero casi todo lo que llega a la portería del Barça termina en gol. Rakitic sigue en Rusia, jugando el Mundial con Croacia. Semedo es tan intrascendente como un paso de peatones en El Cairo. Lenglet se limita a hacer lo que tiene que hacer, así que sólo puede aspirar a sacar un cinco. Luis Suárez no tiene suerte, que es como decir que a un poeta le falta inspiración. Nos esperan partidos bastante más difíciles ante equipos con colmillos más afilados que lo que tienen el Girona, el Leganés o el Athletic. Sergi Roberto se lesiona. Las dichosas rotaciones son en el mantra de moda, y todos los culés echamos ya de menos el "partido a partido".

Las paredes entre Messi y Jordi Alba se han convertido en la "marca de la casa" culé como las paredes entre el sol y la playa se han convertido en la marca de la Costa Brava, pero en el Barça no siempre sale el sol y, vaya vaya, no siempre hay playa. De Marcos no juega en el Barça. La velocidad no lo es todo, pero es algo que necesita Coutinho. Valverde empieza a poner cara de "yo no he sido". Se habla más de los posibles fichajes de Barça en enero que del equipo realmente existente? Lo siento, pero no hay espacio para completar la lista (incompleta) con las 857 malas noticias para el Barça. Pero hay dos buenas noticias. No hay quien lo entienda, pero el Barça sigue líder. Munir, el delantero suplente, puede marcar goles. ¡Ah! Y el nuevo escudo del Barça es muy chulo.