Dice el refranero español que "más vale llegar a tiempo que rondar un año", y eso hizo ayer Murci. El delantero del Zamora CF apareció en los últimos compases del encuentro para anotar un gol agónico y dar a los suyos tres puntos ante un Atlético Astorga que mereció mucho más por juego (sobre todo en la primera mitad) y por ocasiones. Este triunfo, el primero en casa, sitúa al Zamora CF quinto en la clasificación aunque deja patente la necesidad de corregir errores.

A pesar de que la intensidad parecía estar garantizada no fue el Zamora sino el Astorga el que rápido tomó la batuta de este duelo entre dos rivales que aspiran a todo. Actuando como bloque, los maragatos dieron pronto un paso al frente y en el minuto 7 ya tuvieron la primera gran opción con una vaselina de Gonzalo ante Villanueva que terminó, afortunadamente, estrellándose en el larguero.

Enseguida quedó patente que los astorganos estaban con una marcha más, tratando de aprovechar cualquier espacio de los locales, y se hicieron dueños del encuentro. Diego, extremo de los visitantes, estaba siendo una absoluta tortura para el equipo rojiblanco aunque la peor noticia fue cuando mediada la primera mitad Pipi se veía obligado a solicitar atención médica y, aunque volvió a salir con fuerte vendaje en el muslo, poco más tarde tuvo que ser sustituido por una fuerte contractura. La tensión iba creciendo sobre el césped y las ocasiones estaban más espaciadas, pero seguían siendo los visitantes los que dominaban a un Zamora por momentos desdibujado, y tenían el absoluto control. Lo mejor hasta ese momento era que los astorganos no estaban plasmando esa superioridad en el marcador, y eso que las oportunidades se multiplicaban en jugada y sobre todo a balón parado hasta terminar encerrando a los zamoranos. Una y otra vez los de Miñambres ponían a prueba la defensa local que repelía todas las embestidas, mientras que arriba poco se estaba viendo en el cuadro local desde los primeros compases cuando protagonizaron un par de tímidas acciones. El Zamora CF pedía a gritos la llegada al descanso para recomponer ideas y recuperar una identidad perdida.

Lo mejor era el empate a cero que seguía reflejando el electrónico pero en el Zamora sabían que tenían que poner algo más, por ellos y por una afición que por momentos ya había mostrado su malestar.

Con la reanudación, los rojiblancos sí mostraron una mejoría y ya no estaban a merced de su rival. Los locales mostraron garra y se sacudieron complejos para gozar de buenas oportunidades que despertaron los aplausos de la grada. Los visitantes ya no se movían con tanta fluidez sobre el césped y de eso se valía el Zamora que sacaba renta de la falta de puntería visitante y es que fallaron lo que parecieron ser goles cantados, incluso a puerta vacía. Con el objetivo de tratar de desatascar el juego Tornadijo dio entrada a Garban pero nada lograba mejorar la tarde aunque, eso sí, el fútbol era mucho más igualado. Era la recta final y el Zamora vivía sus mejores minutos, tratando de aprovechar el desgaste de los maragatos. Con el equipo muy adelantado y el partido absolutamente loco, Murci fue el más listo de la clase al aprovechar un fallo garrafal del portero y un desbarajuste defensivo para anotar cuando el partido ya hacia aguas. Así, el Zamora se aferró a ese 1-0 suficiente para sumar tres puntos de oro.