El Villaralbo inició ayer con buen pie su segunda temporada consecutiva en Regional de Aficionados. Los hombres de Mario Prieto derrotaron al Hergar Camelot por 3-1 en un encuentro relativamente cómodo, ya que los salmantinos apenas tuvieron opciones de pelear por los primeros tres puntos en juego.

No tardó mucho en demostrar su superioridad el Villaralbo. Superados los primeros compases de tanteo, donde los nervios del estreno liguero se hicieron evidentes, los zamoranos tomaron el mando de las operaciones y comenzaron a acercarse con peligro la meta rival. Eso sí, sin claras ocasiones para poder inaugurar el marcador pues, al paso por los primeros minutos, un disparo lejano de Marco había sido el intento más peligroso por parte local.

Con el balón bajo su poder y sin sufrir excesivamente atrás, Jesús únicamente tuvo que intervenir en un uno contra uno frente a Guevara y lo hizo con acierto, el Villaralbo trabajó y trabajó hasta encontrar el premio del gol. Una recompensa que llegó pasada la media hora cuando Marco remató en el área pequeña un buen envío desde el costado derecho.

El tanto reafirmó el dominio local y el Hergar Camelot pasó a defenderse por completo intentando llegar con opciones al descanso. Una labor que Nii, con un remate desde el punto de penalti a la media vuelta, se encargó de tirar por tierra segundos antes del final del primer acto.

La segunda parte arrancó con intriga en el Fernández García. De nuevo tibio inicio local y, esta vez, con castigo para los de Prieto pues un balón perdido en el centro del campo propició una contra charra que Guevara rubricó con un tiro raso para hacer el 2-1.

Por fortuna, el primer índice de problemas para el Villaralbo propició una respuesta inmediata en los azulones. En la siguiente jugada, Marcos centraba desde el costado izquierdo, Nii controlaba de espaldas y cedía para Nacho Cano que hacía el 3-1 con el que devolvía el partido al guión establecido antes del asueto.

A partir de ese momento, el Hegar Camelot se vio obligado a arriesgar y facilitó las llegadas de un Villaralbo que pudo darse un auténtico festín a la contra. Sin embargo, la falta de puntería y las decisiones arbitrales (alguna incorrecta) hicieron que el 3-1 final se antojara corto para el Villaralbo en su buen estreno.