El ciclista español Alejandro Valverde (Movistar Team) reconoció que podía haber esprintado en el tramo bonificado de la décima etapa de la Vuelta a España, con final en Bermillo de Sayago, pero explicó al pelotón que "no iba a pelear" por ello y "cumplió" su palabra. "Está claro que podía haber buscado la bonificación en ese sprint, pero es que realmente, a excepción de Bennett y los Lotto-Jumbo, nadie ha peleado por ella. Lo he dicho en la salida y lo he cumplido", indicó el murciano, que es segundo clasificado en la general a un solo segundo del líder Simon Yates (Mitchelton-Scott) y que fue el más aclamado por los miles de aficionados zamoranos en Bermillo. "Claro que me apetece ser líder, por descontado, pero no va a ser una obsesión. Ojalá mañana pueda ser un buen día para ello, aunque será una etapa difícil. Hemos tenido que librar la tensión del viento y los muchísimos pinchazos, que han añadido bastante peligro. Hemos estado bien atentos, se ha resuelto bien la situación y salimos contentos del día de hoy", indicó.

Por último, Valverde rechazó que fuese una jornada sin contratiempos pese a "haber salvado" el día. "No se puede decir que haya sido una jornada cómoda del todo, porque con 43 km/h de media y 180 kilómetros nada es sencillo, pero seguro que ha sido la etapa más suave de lo que llevamos de Vuelta", sentenció.

El italiano Simone Petilli (UAE Team Emirates), que ayer tuvo que abandonar La Vuelta al sufrir una dura caída a 40 kilómetros de la meta, sufrió conmoción cerebral como consecuencia del golpe, aunque se encuentra en estado estable. Petilli fue atendido por los médicos que decidieron su traslado en ambulancia al hospital Virgen de la Concha con un fuerte traumatismo craneoencefálico.