El francés Tony Gallopin (AG2R La Mondiale) se impuso ayer en la séptima etapa de la Vuelta a España, disputada entre Puerto Lumbreras y Pozo Alcón sobre 185,7 kilómetros, al imponerse en un gran final al resto de favoritos, mientras que Rudy Molard (FDJ) sigue líder.

Una etapa que no prometía demasiado sobre el papel dejó un final trepidante, duro, con varios ataques de hombres importantes como Buchmann (Bora-Hansgrohe) o Bennet (LottoNL-Jumbo) que no pudieron ser tan efectivos como Gallopin, que pilló a contrapié al resto. El francés, en su primera victoria en una etapa en línea del año, logró un colchón de cinco segundos de margen sobre el gran grupo, que lideró un Peter Sagan (Bora-Hansgrohe) que se quedó sin premio pese a superar con autoridad a los españoles Alejandro Valverde (Movistar) o Eduard Prades (Euskadi-Murias).

La etapa tuvo una fuga consolidada, integrada por Gougeard (Ag2r La Mondiale), Woods (Education First-Drapac), De Tier (LottoNL-Jumbo), Conci (Trek-Segafredo), Ravasi (UAE Team Emirates), Aranburu (Caja Rural-Seguros RGA) y Rodríguez (Euskadi-Murias).

Woods, su último superviviente, fue cazado a 500 metros de coronar el Alto del Ceal (3ª categoría), de 4,5 kilómetros al 5,4% de pendiente media que se coronó a sólo 12,7 kilómetros de la llegada. Un alto que fue punto de inflexión, pues cerca de él pinchó Dan Martin (UAE), tuvo problemas mecánicos Nairo Quintana (Movistar) y se fue al suelo Michal Kwiatkowski (Team Sky).

Lluis Mas (Caja Rural-Seguros RGA) atacó en el descenso de este último puerto de la etapa, provocando una cadena de ataques del que Valverde (Movistar) parecía erigirse como candidato a ganar la etapa. Poco después, en un repecho a 7 kilómetros de la línea de meta, se inició una revolución con ataques contí nuos que tuvo su capítulo final a dos kilómetros de meta, cuando Gallopin destacó para terminar ganando.