El Fútbol Sala Zamora ha decidido iniciar una nueva etapa en su trayectoria y los directivos de la entidad trabajan en dar forma a un proyecto distinto al de los últimos años, siempre con los pies en el suelo después de una temporada en la que llegaron a jugar el play-off de ascenso tras quedar primeros en la Liga regular.

Después de la marcha del entrenador, Chema Sánchez, al Atlético Benavente y de otros tantos jugadores que han seguido los pasos del míster, en el club se vieron obligados a empezar de nuevo y "el primer paso fue encontrar un nuevo entrenador con el que estamos muy ilusionados, Alberto Grande". Así lo confirmó la secretaria de la entidad, Carmen Ferreras, quien insistió en el deseo de todos los mandatarios de poner en marcha un equipo "meramente zamorano, en el que la gente se vea representada y sin pretensiones de ascensos inmediatos. Nuestra intención, más bien, es de consolidarnos y fidelizar a la afición". Con el nombramiento del técnico ya son varios los jugadores que Grande tiene a sus órdenes para empezar a trabajar de cara al inicio de la competición y empezar a medirse en amistosos. Respecto a la economía, Ferreras aseguró que tienen cerrados un par de patrocinadores, aunque siguen buscando más colaboradores. En cuanto al hecho de haberse quedado sin subvención municipal, la secretaria admitió que "el error es nuestro y lo asumimos porque estábamos fuera de plazo" pero sí puntualizó no estar de acuerdo con las cuantías anunciadas desde el Consistorio.