Tras la crono de ayer, gran novedad de la Vuelta de esta edición, hoy el pelotón regresa a las carreteras de la provincia para hacer frente a cuatro etapas de muy diferentes características que concluirán con el gran vencedor el sábado en Camarzana deTera, donde se pondrá el broche final a esta Ronda 2018.

La "serpiente multicolor" partirá hoy desde Villanueva del Campo para cubrir 144 kilómetros meramente llanos y con meta en Castroverde de Campos.

Los ciclistas tomarán la salida a las cuatro de la tarde y desde Villanueva se dirigirán hacia Castroverde, Villamayor de Campos, Villalpando, Quintanilla del Olmo y Villalobos, donde se cumplirán la primera parte del recorrido marcado.

En territorio urbano comenzará el avituallamiento y se continuará hacia Villarrín, Villafáfila y Tapioles, dando regreso de nuevo hacia Villalpando, Villamayor y Castroverde. Poco después, en Villanueva, comenzará un pequeño puerto de 2,1 kilómetros de tercera categoría para hacer frente a la última parte de la etapa.

A falta de 20 kilómetros para el final concluirá el avituallamiento y el pelotón enfilará hacia Quintanilla, Villalpando, Villamor, Villar de fallaves y Castroverde de Campos, donde estará ubicada de la línea de meta.

La de hoy será, sin duda, una buena oportunidad para empezar a ver la estrategia de los equipos y que se empiecen a vislumbrar los posibles favoritos para hacerse con esta trigésimo quinta edición de la Vuelta.

Ya más adelante, llegará la montaña y los rompepiernas. La de hoy, por tanto, será una etapa donde predominarán los esprinters para hacerse con la victoria pero un mínimo despiste por parte del pelotón en los instantes finales puede ser definitivo con el puerto de tercera categoría que podría dificultar un poco la llegada del grueso duro del pelotón.

No obstante, no se espera que hoy quede condicionada (salvo errores graves) la clasificación general, que se decidirá en las etapas de montaña. La segunda etapa, con un rompepiernas de subidas y bajadas entre Rábano de Aliste y Figueruela de Arriba no apto para débiles y que sin duda mermará físicamente a los corredores de cara a la etapa reina del 13 de julio, donde un trayecto de 133 kilómetros entre Villardeciervos y Hedroso, con un puerto exigente de segunda categoría en la línea de meta y sumando un puerto de primera categoría a poco menos de 20 kilómetros del final de etapa, dejará casi sentenciado el vencedor de esta 35 edición de la Vuelta a Zamora. Si todavía quedan fuerzas para luchar encima de la bicicleta, última oportunidad para luchar por la general con la cuarta y última etapa entre Sanzoles y Camarzana de Tera, donde tres puertos de tercera categoría pueden ser aprovechables para que los corredores luchen hasta el último metro de la competición.