Después de un parón de dos días, el balón volverá a rodar mañana en Rusia con unos cuartos de final que resultan apetitosos por más que no estén ya en liza las últimas tres campeonas del mundo (Italia, España y Alemania) y tampoco comparezcan históricas como Argentina. La enjundia de los cruces las resume un dato contundente: nueve de los 20 Mundiales disputados en la historia los han ganado selecciones que siguen compitiendo en Rusia. Sobre el papel, las grandes favoritas se iban a cruzar por un lado del cuadro que antojaba espectáculo. Por el otro, el lado de España, tres grandes favoritas como la Roja, Croacia o Inglaterra se relamían por lo cerca y asequible que veían la final. Pero no. Resultó que, contra pronóstico, en el lado presuntamente flojo del cuadro hubo tres partidos que se resolvieron en tandas de penaltis mientras que en los duelos del lado fuerte no se jugó ninguna prórroga. Contradicciones de un Mundial apasionante que, antes de iniciar su recta final, deja un montón de datos curiosos. Por ejemplo, que desde 2006 no coincidían sólo selecciones americanas y europeas en cuartos o que los octavos de final recientemente finalizados fueron los que más penaltis tuvieron de la historia de los mundiales (3).

La mitad de las aspirantes son ya campeonas del mundo.

De los ocho equipos presentes en cuartos de final, la mitad ya saben lo que es levantar una Copa del Mundo. Brasil lo ha hecho cinco veces, Uruguay, dos e Inglaterra y Francia una vez cada una. Entre las cuatro suman un total de nueve títulos, casi la mitad de los 20 que se han celebrado hasta la fecha desde la primera Copa del Mundo, organizada en 1930 en Uruguay. Con Italia fuera del Mundial antes de empezar, Alemania apeada a las primeras de cambio en la fase de grupos y Argentina y España eliminadas en los octavos de final, las citadas selecciones que se mantienen en Rusia son, a priori, por historia y por potencial, las favoritas para triunfar el próximo 15 de julio en Moscú. Ninguno de los futbolistas que forman parte de ellas, no obstante, han levantado el título mundial. Tampoco Harry Kane, nombre propio por ser el "Pichichi de la cita", con seis goles. El delantero del Tottenham mantiene los números de Ronaldo Nazario en 2002, cuando accedió a cuartos de final con seis tantos.

Las alternativas. El ser favorita, o haber ganado un Mundial, no garantiza, sin embargo, el éxito. Y las alternativas a las potencias que siguen en Rusia son cuatro selecciones que no han disputado nunca una final de un campeonato, a excepción de Suecia, que lo hizo en 1958. De estas, Croacia es la única de las menos "históricas" que se cuela en las quinielas para alzar el título en Moscú. Su actuación hasta la fecha la sustenta en su corta experiencia en los mundiales, siendo su quinta participación. Otra de las grandes favoritas que pertenecen a este grupo es Bélgica. Apodada como "la eterna aspirante" por su gran generación de futbolistas, nunca termina de superar las semifinales logradas en México'86. Tras remontar en el último minuto para superar a Japón, ahora les espera la selección con más títulos mundiales: Brasil. En cuanto a Rusia, la anfitriona, ya no tiene la presión de hacer un buen papel en su casa, y tras eliminar en penaltis a España, disputa unos cuartos de final por primera vez desde su conformación. Por último, la menos esperada en esta ronda tras la ausencia de su mejor jugador, Zlatan Ibrahimovic, su gran bloque físico les permitió eliminar a Alemania en fase de grupos e imponerse a Suiza, para afrontar una ronda que se le resiste desde 1994.

Ya no hay rival débil. Los ocho últimos supervivientes comparten un rasgo en común: todos habían disputado, al menos, esta ronda en su historia. Si algo han dejado claro los octavos de final es que no hay rival débil y que aquel enfrentamiento que se antoje desequilibrado puede culminar con una tanda de penas máximas o, por el contrario, el partido que se presente más equilibrado acabe derivando en alguna exhibición inesperada.

Otras lo verán por televisión. Las que ya no podrán hacer nada por intentar jugar la final de Moscú y cuya única resignación será disfrutar de los cuartos de final por televisión son las eliminadas hasta el momento en este vigésimo primer mundial. Ya son historia los goles de Cristiano insuficientes para Portugal, la presión interna que complicó a una Argentina huérfana de Messi, la ilusión convertida en rutina de México, la inexperiencia de Japón, el inevitable hundimiento de la Roja, el sueño que los penaltis impidieron que se hiciera realidad para Dinamarca, las maletas suizas de octavos (por tercera vez en cuatro mundiales), o la magia de Colombia, con los goles del ahora cotizado central del Barcelona Yerry Mina que ya han entrado en la historia de los mundiales.