Fernando Hierro, seleccionador español, medita introducir retoques ofensivos en su equipo titular para recuperar la pegada ante Marruecos, en la que se juega el pase a octavos de final y el liderato del Grupo B. Hierro dejó ver su mano como seleccionador con los cambios que realizó ante Irán. El estudio de un rival que se encerraría en su terreno le llevó a apostar por un jugador, Lucas Vázquez, que en los dos años de Julen Lopetegui al mando de la Roja tan solo había sido titular en una ocasión, el día de su estreno en un amistoso ante Georgia, hace dos años.

Las dos novedades del once de España ante Irán llegaron en la banda derecha, con el regreso de Carvajal. Hierro buscó superioridad en uno de los que consideraba puntos a atacar del rival y amplitud. Del resto del equipo no tocó nada. Ante Marruecos, Hierro espera un rival más abierto, sin las ataduras tácticas de Irán, que incluso por su situación, el único eliminado del grupo, salga a jugar de tú a tú a España.

Sin debate sobre la continuidad de De Gea, necesitado de una parada que le devuelva la confianza, en la defensa tampoco se espera ninguna modificación. Con Busquets correrá el riesgo Hierro de que una cartulina amarilla le deje sin octavos al único jugador sin sustituto natural en el medio centro. "Estamos como para regalar", dijo cuando fue preguntado por si le daría descanso pensando que hasta los cuartos los jugadores amonestados no limpian sus tarjetas.

Desde ahí aparecen dos jugadores que se han ganado ser intocables: Isco y Diego Costa. El primero asume el liderazgo con la pelota y el segundo en el gol, con sus tres tantos en las dos jornadas disputadas. Para las otras tres demarcaciones aparece un abanico de posibilidades en función del sistema . Todo apunta a que Koke regresará al equipo titular, por lo que el descanso apunta a Iniesta o Silva. Jugadores como Thiago o Marco Asensio, o Iago Aspas para acompañar a Costa en el ataque, son las posible variantes.