Está claro que Carlos Garrote está en un gran momento de forma. El palista zamorano, que a principios de mes se alzaba campeón de Europa en Belgrado, lograba ayer entrar en la final de K-1 200 metros de los Juegos del Mediterráneo que se están disputando en Tarragona.

El vigente campeón continental estrenaba su reinado europeo en la modalidad más rápida del piragüismo en unos Juegos Mediterráneos a los que acude como uno de los grandes favoritos. Una condición que Garrote asumió en su estreno con gran naturialidad, sin acusar presión alguna en un escenario que, además, no parecía nada sencillo. Y es que, en su serie, había más de un rival peligroso.

Si había alguna duda de la presencia en la gran final de Carlos Garrote, el campeón de Europa la eliminó tan rápido como es capaz de dar paladas. Buena salida, buen ritmo y ningún despiste. Una fórmula que permitió al zamorano arrasar en su serie para cruzar la línea de meta con casi ocho décimas de ventaja frente al segundo clasificado al marcar un tiempo de 35.530. Un tiempo notable pero propio de una clasificación. De hecho, parece un registro que el actual rey del viejo continente en K-1 200 metros pueda batir hoy en una lucha por las medallas que tendrá lugar a las 11.00 horas (Teledeporte).