Pocas veces, con la victoria al alcance de la mano, un deportista hace gala de sus valores y renuncia a subir a lo más alto del podio para honrar el trabajo de un adversario. Un gesto, siempre maravilloso, que ayer tuvo lugar en la cuarta edición de la Carrera de la USAL. Una cita, con motivo del VIII Centenario de la entidad universitaria, que concluyó con la victoria de un Diego Fernández que cruzó la meta exhausto de la mano de Marcos Gómez.

La prueba, de diez kilómetros de longitud, con un recorrido que partía del Campus Viriato para visitar varios de los parajes más emblemáticos de la capital (el Ángel Nieto, el casco Viejo o el Puente de los Potas) antes de regresar al punto de partida, se hizo muy dura. El intenso calor que protagonizó la mañana en Zamora fue un gran enemigo para muchos de los atletas participantes. Desde aquellos que lucharon por puestos discretos hasta los que trataron de marcar el ritmo de carrera en busca de la victoria. Incluso de los andarines de la marcha solidaria que se celebró de forma paralela.

Al grupo de los aspirantes al triunfo pertenecen los dos altetas que dieron ejemplo deportivo a los escasos espectadores que aguardaban en el Campus Viriato. Diego Fernández, que fue el primero en tratar de romper la carrera al paso por los cuatro kilómetros, y Marcos Gómez, que fue uno de los pocos atletas en resistir sus ataques.

Ambos, el incombustible Jorge Rodríguez por detrás, dejaron pronto al resto de corredores atrás y marcharon en busca de la gloria en un retorno que se hizo eterno. Especialmente para Fernández, que se distanciaba de Gómez en algunos momentos para, en otros, perder ventaja con el corredor del Benavente Atletismo. Un toma y dacá que acabó pasando factura al líder de la carrera, fundido en los últimos metros.

Fernández no cesó en su empeño por la victoria, jugándose el físico, y quizá por esa valentía Gómez no quiso disputarle la primera plaza. En lugar de un sprint por la gloria, la Carrera de la USAL encontró en un gran gesto de deportividad su final, cruzando ambos atletas la meta de la mano, con Fernández ligeramente destacado pudiendo así cumplir su sueño: Ganar una prueba de la USAL, a la que en tantas citas representó. Una victoria que, en caso de las féminas, fue con absoluta claridad para la corredora Gema Martín.