La selección española de balonmano, vigente campeona de Europa, saldó con una victoria su único partido de preparación para los Juegos Mediterráneos de Tarragona, tras imponerse en la tarde de ayer por 30-31 a Polonia en el amistoso disputado en la ciudad polaca de Kalisz.

El remozado conjunto español, en el que tan sólo figuraban cinco integrantes del equipo que llevó a España el pasado mes de enero al oro continental, logró dar la vuelta en la segunda mitad, a un partido en el que los de Jordi Ribera llegaron a perder hasta por cinco goles (10-5) en la primera parte. Una diferencia fruto, principalmente, de la falta de entendimiento entre varios jugadores que no habían compartido cancha con la zamarra española hasta el momento. Esa desventaja que sufrían los "Hispanos", entre los que destacó el extremo Kauldi Odriozola, elegido mejor jugador del parido, no duró mucho tiempo y por fortuna se quedó solo en la mitad (14-12) al llegar el descanso.

Todo un anticipo de la remontada que el conjunto español protagonizó en una segunda mitad, en la que los de Jordi Ribera apenas tardaron cinco minutos en ponerse en ventaja (16-18), tras endosar a los polacos un parcial de 2-6.

Una ventaja que España, pese a la numerosas exclusiones con las que fue castigado, no sólo logró conservar, sino que aumentó hasta los cuatro goles (23-27) a falta de diez minutos para el final.

Tiempo en el que los "Hispanos" pese a la reacción local supieron mantenerse siempre por delante en el marcador, para alzarse definitivamente con la victoria por un ajustado 30-31.

Un triunfo que servirá al novedoso equipo que ha confeccionado Ribera afrontar con las máximas espectativas los Juegos Mediterráneos de Tarragona, que arrancarán el próximo 22 de junio, y en los que España se medirá en la primera fase con las selecciones de Portugal y Grecia.