El zamorano Carlos Garrote (Durius Tecozam Viajes Sanabria) dio ayer un golpe sobre la mesa para reivindicarse como uno de los mejores velocistas mundiales al ganar con gran autoridad la prueba del K1 200 en el Campeonato de Europa de Belgrado donde la selección española volvió a protagonizar una gran exhibición sumando siete medallas con tres preseas de oro en K4 500 (Craviotto, Toro, Cooper y Germade), K1 200 (Garrote) y K2 200 (Craviotto-Toro), una de plata en K2 500 (Cooper-Germade), y tres de bronce en la distancia de 1000 en K2 (Cubelos-Peña), C2 (Vallejo-Sieiro) y K4 (Hernanz, Roza, Gorrotxategi y Millán).

El segundo oro para España llegó ayer con la racial carrera de Carlos Garrote en K1 200 en la que el palista que dirige Luis Brasero, pese a no ser el más rápido en la salida, protagonizó una espectacular remontada que le llevó a situarse segundo a los 100 metros, para tomar la delantera en los últimos 50 y cruzar la meta con casi medio barco de ventaja sobre un ramillete de primeras figuras mundiales como es el caso del doble campeón de Europa, el serbio Dragosavljevic; o el subcampeón olímpico en Río, el francés Maxime Beaumont, que se vieron superados por el joven lituano Arturas Seja, que terminó segundo.

Garrote reconoció tras la prueba que "ha sido una carrera muy dura. Al principio me escapé un poquito de los de al lado y sí que es verdad que me han ayudado en los metros finales, porque veía al ruso cómo me estaba recortando y en las tres últimas paladas lo he dado todo, quería que no me pasara, no sabía los que tenía al otro lado". El zamorano volvó nada más cruzar la linea de meta: "He llegado a meta sin fuerzas para aguantarme. Ha sido espectacular, una carrera brillante y no me lo creo aún que soy campeón de Europa. Más contento no puedo estar".

No cabe duda de que este magnífico resultado es fruto de la intensa preparación que ha llevado a cabo: "Hemos trabajado muy duro, toda la pretemporada ha sido difícil, con pruebas en K4, luego resetear la cabeza para preparar el K1 y todo ha sido un agobio continuo en estos tres últimos meses. Venía convencido de que algo dentro tenía y, por suerte, ha salido en el momento exacto y estoy muy contento", dijo el discípulo del técnico zamorano Alejandro Delgado.

En cuanto al K-4 500 español, integrado por los campeones olímpicos Saúl Craviotto, Cristian Toro y Marcus Cooper y el mundial Rodrigo Germade, se proclamaron campeones de Europa al imponerse a su principal adversario, Alemania, por la diferencia de 14 milésimas y menos de 9 centímetros al final del recorrido de medio kilómetro, en el duelo titánico entre ambas embarcaciones con un final apoteósico de los hispanos. Mientras, Craviotto y Toro, campeones olímpicos de K-2 200, sumaron ahora también el título europeo en esta prueba, en la que se han mostrado hoy intratables, especialmente en la segunda parte de la regata.